Los siheyuan 四合院:
el alma de los hutongs 胡同 de Beijing
Por Belén Dorado Marín de Espinosa
Arte y Cultura // Nº 20, enero/junio, 2025
Beijing 北京, "la ciudad del norte" y capital de la República Popular de China, debe su nombre al emperador Yongle de la Dinastía Ming, quien hizo de esta ciudad su segunda capital, considerando a Nanjing 南京 como la capital del sur.
Esta ciudad cosmopolita, que actualmente es una de las ciudades más pobladas de China después de Shanghai, y una de las más antiguas del mundo, ha sufrido innumerables modificaciones en su entramado tras el paso de los años. Desde su origen fue diseñada siguiendo los sistemas conocidos como fang 坊, que eran aquellos que albergaban una extensión mayor que se dividía en varios pai 牌, y a su vez estos pai 牌,o barrios, se contenían diversos Hutong 胡同, dando lugar al entramado de calles que conocemos como el antiguo Beijing. Estos Hutong o entramados de callejuelas, están conformados por diferentes Siheyuan 四合院, casas con un patio cuadrangular alrededor del cual se disponen las diversas habitaciones que componen una casa tradicional china del norte. "En la antigua China, existía una definición clara de calle o callejón. Una calle de 36 metros de ancho se llamaba calle grande. Una de 18 metros, calle pequeña. Un callejón de 9 metros de ancho se llamaba hutong. El hutong más corto mide solo 10 metros de largo, y el más estrecho, solo unos 40 centímetros de ancho. Algunos hutong tienen más de 20 curvas. La mayoría de los hutongs de Pekín están orientados de este a oeste o de sur a norte. Esto se debe a la necesidad de que las casas estén orientadas al sur para recibir más luz solar" (1) Estas viviendas del viejo Beijing, albergaban a grandes familias que se disponían en las diversas dependencias en torno a ese patio cuadrangular, y que tenían la ventaja de la privacidad, ya que todas sus ventanas daban al interior, al patio.
Desde que Kublai Khan trasladase la capital de China a Beijing, se otorgaron tierras para la construcción de nuevos asentamientos, y estos fueron los Hutong, entramados de callejuelas en torno a los siheyuan, las grandes moradas. En este sentido hay muchos lingüistas que consideran que la palabra hutong proviene de un vocablo mongol referido a "pozo", porque de ahí extraían el agua los ciudadanos mongoles, pero no hay consenso en este sentido. Sea como fuere, la fisonomía de la ciudad de Beijing cambió por completo desde la llegada de la Dinastía Yuan, de procedencia mongola, y los siheyuan y su laberinto de calles pasaron a formar parte de la estética de la ciudad del norte.
Normalmente los siheyuan siguen las doctrinas del yin-yang, los cinco elementos (wuxing) y el fengshui para dictaminar su orientación y es por este motivo por el que a un siheyuan se entrará desde el lado sur-este, siendo que toda la construcción estaría orientada hacia el sur. Estas construcciones típicas chinas podían tener uno, dos y hasta tres patios, dependiendo de la importancia de su dueño. El siheyuan típico tenía tres patios, y se accedía por la puerta, que dijimos está orientada al sur-este de donde proviene el viento que proporciona una mayor ventilación. Tras subir los escalones de entrada que separan el exterior del interior, lo primero que veríamos sería un muro cuya función es la de proteger la entrada e impedir la visión del interior de la casa. Este muro recibe el nombre de "muro fantasma" y parece que también protegía de la entrada de los fantasmas. Refleja ésta, la puerta, el nivel socioeconómico de sus habitantes por lo que usualmente están ricamente decorados y flanqueados por dos leones de piedra como protección y pintadas de rojo vermellón y toques de cobre.
Existen diferentes términos para denominar a cada uno de los espacios del siheyuan, como "casa de enfrente" para referirse a la que se encuentra frente a la entrada, es decir, en el lado norte de la casa y que se encuentra separada de la "casa principal" por un muro. Según el fengshui, el norte es el lugar idóneo para las construcciones ya que de ahí proviene el agua. No podrían construirse estas residencias en el centro ya que está destinado a los palacios imperiales. El "patio exterior" separa la "casa de enfrente" del "patio exterior", y es a través de una segunda puerta en el muro llamada "puerta de adorno" se accede a la residencia familiar propiamente dicha. Son los patios las estancias más públicas de la casa, y suelen estar a un nivel inferior, por lo que a menudo se accede a ellas por escaleras.
A los lados del segundo patio se encuentran casas laterales y diversos pasillos y se da acceso a la "casa principal" y en ocasiones existen las conocidas como "casas orejas" que se encuentran a ambos lados de este patio, simulando las orejas de un rostro. El tercer patio es conocido como "patio trasero" y lo rodea la "casa principal" y la "casa trasera". La distribución de la familia en este tipo de casas, obedece a la idea confuciana de familia, donde la figura más importante sería el padre, y las estancias de la casa mantienen también una relación jerárquica en las que la parte más importante es el centro, seguido de las estancias de la derecha, las de la izquierda, las de arriba y las de abajo. "Los mayores de la familia residen en la casa principal, que tiene la mejor iluminación y ventilación. El hijo mayor vive en la casa lateral del lado este y el menor en el lado oeste, mientras que los sirvientes se encuentran en la casa de enfrente. El patio trasero tiene mayor privacidad, por lo que usualmente se utilizaba como vivienda para las hijas solteras. Toda esta distribución obedece a los conceptos de orden y etiqueta tradicionales de la antigua China y, a la vez, al rol que les correspondía a los hombres y mujeres en el núcleo familiar" (2).
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Es el siheyuan un modelo arquitectónico de gran antigüedad que ha llegado a nuestros días y que alberga en su arquitectura muchos componentes de la propia concepción del ser chino, acostumbrado a observar el entorno y procurar la relación armoniosa entre todos los elementos, como vemos que versa la razón de ser de los conceptos de Yin y Yang, los Cinco Elementos (Wuxing) y el Fenghsui.
Siendo la cultura china muy apegada a estas nociones de equilibrio, armonía y consonancia entre la naturaleza y el ser humano, todo lo que acontece al quehacer del pueblo chino estará relacionado en este sentido, donde la arquitectura también se encuentra inserta. Necesita la arquitectura china que todos sus elementos sean armónicos, tanto entre ellos como con los restantes elementos que componen el paisaje, y que su estructura obedezca a las necesidades de sus moradores, algo que aparece como una necesidad desde tiempos antiguos, tan antiguos como aquel en el que fue redactado el Libro de los Ritos, uno de los cinco clásicos del pensamiento chino, de corte confuciana que versa sobre el gobierno, los rituales y la jerarquía social. En este documento, destruido en la quema de libros acaecida en el S. III a.n.e. y reescrito posteriormente por los escolares, ya se habla de la necesidad de que las casas estén acordes al terreno y a sus moradores
Al respecto el estudio X. Cuo (2012) se dedica a explorar cómo el clima influye en el diseño y la funcionalidad del espacio del patio en las casas residenciales tradicionales chinas. Este modelo se basa en considerar que las casas tradicionales chinas ayudan a enfriar el ambiente a través de la presencia de los diferentes patios, siendo un antecedente de la arquitectura bioclimática actual.
Como vemos, el siheyuan responde a todas las necesidades de la cultura china, a la filosofía, el folclore y por supuesto a la armonía con la naturaleza. Es por esto que las viviendas del sur de China carecen de calefacción, cosa que sería imposible en las casas del norte, con climas fríos en invierno y calurosos en verano, y la orografía corresponde a extensiones de terreno más bien áridos y secos, motivo por el cual la casa patio (siheyuan) y la casa cueva son las dos construcciones más predominantes. En la tradición china son muy importantes los elementos auspiciosos, y esta noción esta presente también en la arquitectura de estas casas con patio. Podemos por tanto ver elementos como la peonía, el murciélago, las flores, o los animales son parte indiscutible de la decoración, ya sea a través de la representación de sus imágenes o a través de la propia caligrafía, en lo que se denomina homonimia simbólica, que se caracteriza por un juego de palabras en el que, por ejemplo, murciélago se pronuncia similar a la palabra fortuna o buena suerte, siendo que la presencia de este carácter dota de buenos deseos a los moradores de la casa.
Los siheyuan conformaron el entramado de los callejones de Beijing, los Hutong, que se convirtieron en lugares laberínticos donde se desarrollaba la vida de la comunidad, donde los niños jugaban en verano, donde los ancianos se paseaban o disfrutaban de una partida de majong, todo ello transitado por las bicicletas, los únicos vehículos que podían entrar en lo hutong, por lo estrecho de sus calles, que medían no más de 9 metros de ancho. Con la llegada de la República, la fisonomía de la ciudad de Beijing se vio transformada. Se tenía que dar cabida a los nuevos residentes, en su mayoría trabajadores, por lo que se comenzó a transformar la ciudad y se incluyeron los edificios tubo, donde residirían los nuevos trabajadores de las fábricas.
Con el tiempo, y previo a las Olimpiadas de 2008, en Beijing muchos hutong fueron marcados con el caracter 拆 (demoler) como parte de un programa que no contempló la Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios, conocida como Carta de Venecia, y bajo el lema "Primero demoler, segundo transformar y tercero mantener 拆-改-留 (Chāi-gǎi-liú) se destruyeron muchos hutongs y con ello el pasado de muchas familias, la vida de los barrios de sus gentes, dando paso a un nuevo Beijing donde los nuevos negocios, algunos de ellos extranjeros, comenzaron a estar presentes en las calles de los Hutong. Pese a la pérdida invaluable de estos hutongs, todavía podemos contemplar parte de lo que fueron, y gracias a la labor de algunos ciudadanos, se han podido rescatar algunos de ellos, como el hutong Shijia que puede visitarse y que con 700 metros de longitud es uno de los 80 siheyuan que se conservan.
La vida de los Siheyuan y el entramado en el que se desenvuelven, los hutongs, se encuentran bien reflejados en la obra de Lao Shi "Cuatro generaciones bajo un mismo techo" donde podemos hacernos una idea de cómo ra la vida de los habitantes del Beijing de los años ´30 ´40s del siglo pasado. (1) www.chinaculture-org consultado en mayo de 2025
(2) GUO ZHIDONG, (2018) en http://spanish.chinatoday.com.cn/. Consultado mayo de 2025. |