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El papel de China en la conformación del Nuevo Orden Mundial Tripolar
Axel Martínez Betanzos
Tecnología y Economía // Nº2, Diciembre, 2019
Introducción
A principios del siglo XXI se generaron rupturas geopolíticas catalizadas por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, agudizados siete años más tarde con la crisis financiera mundial de 2008 (1), lo que tuvo repercusiones en la configuración del sistema internacional, éste pasó de ser unipolar a uno multipolar (2), ante esto el bloque Occidental bajo el liderazgo de la “superpotencia” Estados Unidos comenzó con un declive de hegemonía, definida como “la capacidad para consensuar o para transformar los intereses particulares en interés general” (3). La decadencia de hegemonía se dio en mayor medida en el sector de la economía y comercio (4), más no en el terreno de lo castrense, ya que continúa con un alto gasto militar que sólo en 2018 significó 610, 000 millones de dólares (5) siendo la nación con mayor gasto en dicho sector a nivel mundial. El vacío económico dejado por Occidente fue llenado por el hemisferio asiático, región geográfica que vivió una expansión de manera acelerada debido a su dinámica en materia de comercio internacional (6), siendo liderada por China e India, naciones milenarias que han vuelto a convertirse a principios de la segunda década del siglo XXI en actores clave en la región y que aprovecharon la estrategia de globalización impulsada por Occidente en el terreno de lo económico y en el financiero. Es China, tras desplazar a Estados Unidos, la que se posicionó en 2017 como la principal economía en el escenario mundial (7) y en el motor del comercio internacional (8), y esto le permitió el aumento de influencia en diversas regiones del mundo (9), consolidándola en una potencia en ascenso. Ante esto la demanda de materias primas para continuar su crecimiento se encuentra en aumento, junto a la necesidad de contar con mercados abiertos o de bajas restricciones arancelarias para posicionar sus productos. En respuesta ante el crecimiento de China, Estados Unidos puso en marcha una serie de estrategias de contención, ya que no pretenden perder el sitio que ocupan en el sistema internacional, por ello efectuó una serie de macro acuerdos económicos: el Trans-Pacific Partnership (TPP) denominado en 2017 como Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership (CPTPP), el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP) y el Trade in Services Agreement (TISA), con el fin de asegurar sus mercados estratégicos y contener la presencia China. Por su parte, China implementó un proyecto estratégico y geopolítico, denominado «Cinturón y Ruta de la Seda» (10) buscando revivir la milenaria «Ruta de la Seda», siendo una estrategia de contrapeso geopolítico hacía Occidente, en donde se pretenden generar una serie de rutas comerciales que tienen por objetivo el formar una integración de la región de Eurasia donde China tiene como misión asegurarse el dominio de la zona en términos comerciales y geopolíticos con ello lograr hacer frente al proteccionismo comercial Occidental en una nueva etapa del transporte y comercio internacional que se genera en un ámbito de retracción de la globalización y del Neoliberalismo (11). China se ha venido a consolidar poco a poco como uno de los principales actores del sistema internacional, su alto crecimiento económico, comercial y financiero, así como sus mega proyectos en todo el mundo, la han posicionado como uno de los polos de poder de un naciente Nuevo Orden Mundial, en donde el gigante asiático comparte y compite por la hegemonía con otras dos potencias, los Estados Unidos y Rusia, lo que ha dado paso a la Tripolaridad. Los nuevos polos de poder del Sistema Internacional del siglo XXI Entre los actores que han (re)tomado un papel destacado en el sistema internacional, encontramos a la República Popular China, nación que se ha ido posicionando poco a poco como la principal economía y motor del comercio internacional y que a raíz de la crisis económica capitalista del 2008, se ha venido a convertir en uno de los pilares fundamentales del sistema económico-financiero-comercial del siglo XXI. Sumado a esto la creación de nuevas instituciones como la Shanghai Cooperation Organisation (OCS), que en 2016 se ha expandido tras el ingreso de Pakistán e India y que es vista como una organización anti-occidente, y la creación del Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB) que se ha percibido como un intento de aumentar su influencia en las finanzas mundiales, han hecho que en 2016 se le diera al yuan el reconocimiento como moneda de divisa dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI), acciones que han hecho que Occidente busque neutralizar esta presencia internacional, es por ello que Estados Unidos, está tratando de contrarrestar este dinamismo, mediante una política exterior de contención que genere tensiones geopolíticas en la región estratégica de China, su Mar Meridional, estrategia que no sólo busca frenar el crecimiento Chino, sino de toda la región asiática, la cual se ha convertido en el centro de gravedad mundial y ha dejado ver que el poder se está desplazando de occidente a oriente. Otra potencia que ha resurgido y ha vuelto a ocupar su papel destacado en el sistema internacional, ha sido Rusia, nación que se encuentra geopolíticamente entre dos regiones: Occidente y Oriente, y que a pesar de los intentos por boicotear su crecimiento y expansión por parte del bloque europeo (Unión Europea), un actor que ha venido en decadencia a raíz de su crisis del 2008, no han dado los frutos esperados, generando un efecto contrario, lo que le ha permitido a Rusia convertirse en uno de los polos de poder que han venido a contrarrestar las pretensiones de Occidente por seguir con el control del sistema internacional, esto se ha visto reflejado en la victoria del conflicto en Ucrania, en la influencia que ha jugado con respecto la regulación del precio del petróleo y del papel que ha tenido en Siria, contrarrestando las pretensiones de los estadounidenses. La reestructuración del Sistema Internacional Actualmente existe una reestructuración del sistema internacional, en donde se está dando origen a un Nuevo Orden Mundial. Al hablar de sistema internacional, se parte de que el sistema es “el ensamblaje de unidades, partes u objetos reunidos por medio de alguna forma de interacción regular […] Debido a que estos elementos interactúan entre sí, un cambio en alguno de ellos provoca alteraciones en los demás. Asimismo, los sistemas y sus componentes tienden a responder de maneras regulares; es decir, pueden identificarse patrones de conducta” (12). Una de las principales unidades que integrarán al Sistema Internacional, pero no es la única, serán los Estados. De entre las unidades de ésta naciente tripolaridad, la que ha tenido un gran desarrollo en diversos ámbitos ha sido China, debido a sus condiciones económicas que le han permitido tener una presencia no solo regional, sino internacional, siendo un claro candidato a influir en mayor medida en esta nueva reestructuración internacional, sin embargo los Estados Unidos aún tienen estructuras internacionales acordes a sus intereses, lo que a pesar de su pérdida de hegemonía le permiten tener un gran rango de acción, y por último no hay que olvidar el papel de Rusia, quién ha salido avante de las crisis económicas que la aquejaron durante el fin del siglo XX, y que ahora se ha convertido en un actor contra-hegemónico de Occidente. La idea de Orden Mundial
Podría parecer que al partir de la idea de un Orden Internacional se encontraría una primera contradicción porque, para muchos internacionalistas, las relaciones internacionales tiene como rasgo característico el carecer de un orden, ya que estas se dan bajo la premisa de que el sistema internacional es anárquico siguiendo los postulados de la naturaleza humana que T. Hobbes delineó bajo el término de Estado de Naturaleza (13), este sistema también es notable por la ausencia de un ente que monopolice el uso de la fuerza legítima siguiendo la línea de Max Weber (14). Lo antes expuesto no es más que una cosmovisión extrema de la realidad, ya que a pesar de que sí existe una situación de conflicto latente, los Estados, por más poderosos que puedan ser, cobran conciencia de los elevados costos de permanecer en un estado constante de guerra, de tal forma que llegan a delinear alguna forma de cooperación benéfica, que no siempre es simétrica para todas las unidades, y que les permita su auto-conservación así como el poder mantener su seguridad, de ahí es que se “delinean los elementos característicos de cada orden internacional: a través de un proceso que busca el establecimiento de condiciones para una convivencia lo más armoniosa posible entre los distintos actores de un mismo escenario (15)”. Es en este contexto en donde el sistema caracterizado de anárquico permite que sea posible que se hable de la existencia de un orden, “el orden anárquico, sin que ello constituya un abuso del lenguaje, ya que el orden, al que se hace referencia como modo de organización, es decir, como fórmula para guiar el comportamiento de los actores, puede definirse precisamente por la ausencia de normas, o principios compartidos, que no sean el de cada quien tiene que velar por sus propios intereses” (16). Entonces se estaría ante un orden caracterizado por el desorden, siendo la búsqueda de los intereses propios de cada Estado la norma común. Pero a pesar de que exista este panorama, los actores para sobrevivir tenderán a buscar institucionalizar sus relaciones, sin que con ello forzosamente haga que se pierda la soberanía. Esto dará paso a la construcción de lo que Stephen Krasner denomino como Regímenes Internacionales, que no son otra cosa que “conjuntos implícitos de principios, normas, reglas y procedimientos para los procesos de toma de decisión entorno de los cuales convergen las expectativas de los actores en un área determinada de las relaciones internacionales. La convergencia de las expectativas significa que los participantes en el sistema internacional tienen ideas similares acerca de qué normas regirán su participación mutua: cada uno espera jugar con las mismas reglas” (17), estas serán las que moldearán el Orden Internacional, dándole los límites de acción de las unidades. Ahora, si se parte de esta idea, se puede concebir que el Orden Internacional nace como un “arreglo natural” con base en las contradicciones de los actores que existen en un tiempo histórico determinado, que se institucionalizará a través del régimen internacional, esto con el fin de preservar ese orden, esto generará que sea más fácil para el internacionalista localizar con mayor precisión el objeto de estudio propio. Pero no hay que olvidar la recomendación del Dr. Sarquis, cuando dice que “dicho orden no responde exclusivamente a los dictados de las naturaleza, pero eso no significa que las fuerzas naturales no operen en su construcción; desde luego están presentes: instintos y necesidades humanas biológicas fundamentales están siempre en la base de todo orden social y el internacional no es la excepción” (18). El Orden Mundial y sus diversos niveles Se comenzará con las precisiones correspondientes para diferenciar el Orden Mundial de otros órdenes existentes, ya que muchos autores han usado este término de forma indiscriminada o ya dan por presupuesto el conocimiento del concepto sin tratar de definirlo de manera clara. Partimos de los tres niveles de órdenes expuestos por Henry Kissinger en su obra el Orden Mundial. Para este autor existen tres tipos de órdenes que tendrán dos características comunes. La primera es que están compuestos por “un conjunto de reglas comúnmente aceptadas que definen los límites de acción permisible” (19) y la segunda es que existirá “un equilibrio de poder que lleva a cabo la restricción cuando las reglas se rompen, evitando de este modo que una unidad política subyugue a las otras” (20). Ambas moldearán las limitantes del sistema así como el funcionamiento y estructura de éste. Siguiendo el planteamiento de los niveles de Kissinger, cuando se habla de Orden Mundial se “describe una concepción acuñada por una región o civilización sobre la naturaleza de los acuerdos justos y la distribución del poder, concepción que considera aplicable al mundo entero” (21). Este tipo de orden estará basado en ciertos valores, ya sea de alguna cultura, de una región, de una Potencia o un grupo de Potencias, los cuales pretenderán ser universales a todas las unidades del sistema. En segunda instancia tenemos al orden internacional que “es la aplicación práctica de estas ideas a una parte sustancial del planeta, lo suficientemente grande como para influir en el equilibrio de poder global” (22). Este ya no abarcará a la totalidad del mundo, pero sí a una gran parte de éste, influyendo en la estructuración del sistema internacional, pero existirán unidades que buscarán estar exentas de este orden. Por último están los órdenes regionales los que “implican los mismos principios aplicados a un área geográfica definida” (23). Estos tienen un rango geográfico menor, ya que se limitan a ciertos grupos de Estados, que por su proximidad o similitudes culturales entablan un orden de esta magnitud. (1) Pou, V. (2015). Los grandes acontecimientos geopolíticos de los primeros años del siglo XXI: Antecedentes y perspectivas. En Relaciones Internacionales geopolítica y economía mundial (pp.40-43). España: Milenio.
(2)Jalife-Rahme, A. (2010). Introducción. Se asienta la hibridación del nuevo orden multipolar. En El Híbrido Mundo Multipolar: Un enfoque multidimensional (pp. 11-13). México: Orfila Valentini. (3) Ceceña, A. & Barreda, A. (1995). Lo estratégico como sustento de la hegemonía en el contexto del Mercado Mundial. En Producción estratégica y hegemonía mundial (p. 43). México: Siglo XXI. (4)Jalife-Rahme, A. (2010). Turbulencias en la Globalización. En El fin de una era: Turbulencias en la globalización (pp.119-122). México: Orfila Valentini. (5) The World Bank. (2018). Military expenditure (% of GDP). junio 1, 2018, de The World Bank Sitio web: https://data.worldbank.org/indicator/MS.MIL.XPND.GD.ZS (6) Ley, S. (2013). Prólogo a la edición en español. En El nuevo hemisferio asiático (p. 7). México: Siglo XXI. (7) World Trade Organization. (2018). World Trade Statistical Review 2017. junio 1, 2018, de World Trade Organization Sitio web: https://www.wto.org/english/res_e/statis_e/wts2017_e/wts17_toc_e.htm (8) Redacción. (2015). China desplaza a EU como la mayor economía del mundo. Noviembre 21, 2017, de El financiero Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/economia/china-desplaza-a-eu-como-la-mayor-economia-del-mundo.html (9) Pablo, J & Araújo, H. (2012). Introducción. En La Silenciosa Conquista de China. (p. 17). Barcelona: Crítica. (10) Martínez, A. (2019). La tolerancia como fundamento para la dinámica de la milenaria Ruta de la Seda. Bambú, Dragones y Tinta, vol 1, pp. 38-55. (11) Martínez, A. (2019). El Transporte y el Comercio Internacional en la era Post-Neoliberal. 2 de noviembre 2019, de Instituto de Política Internacional Sitio web: https://politicainternacional.com.mx/2019/10/21/el-transporte-y-el-comercio-internacional-en-la-era-post-neoliberal/ (12) Mingst, K. (2006). El sistema internacional. En Fundamentos de las Relaciones Internacionales (p. 150). México: Centro para la Investigación y la Docencia Económica. (13) El filósofo inglés Thomas Hobbes en su obra ya clásica el Leviatán o La materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil plasmó su idea de la naturaleza del hombre, dice que “en la naturaleza del hombre (hay) tres causas principales de discordia. Primera, la competencia; segunda, la desconfianza, tercera la gloria. La primera causa impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio; la segunda, para lograr seguridad; la tercera para ganar reputación.” Es bajo estas condiciones que se genera la convivencia entre los hombres, llevando a un total estado de anarquía, una situación de guerra constante de todos contra todos. Ver: Hobbes, T. (2010). XIII De la CONDICIÓN NATURAL del Género Humano, en lo Concerniente a su Felicidad y su miseria. En Leviatán (p, 129). México: Gernika. (14) Para el pensador Alemán Max Weber, la capacidad del monopolio del uso de la fuerza legítima hace referencia a la capacidad que da la comunidad política a un entre superior llamado Estado, para autorizarle el uso legítimo de la violencia o de la coacción física. Ver: Weber, M.. (2016). Tipos de Dominación. En Economía y Sociedad (p. 1089). México: Fondo de Cultura Económica. En las Relaciones Internacionales al carecer de un ente supranacional, el monopolio del uso legítimo de la fuerza es inexistente, a pesar de los intentos que se han dado con Organismos Internacionales como la Organización de Naciones Unidas y su tan afamado Consejo de Seguridad. (15) Sarquís, D. (1999). El "orden internacional" como objeto de estudio en las relaciones internacionales. Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey, número 7, p. 85. (16) Sarquís, D. (1999). El "orden internacional" como objeto de estudio en las relaciones internacionales. Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey, número 7, p. 86. (17) Golstein, J. &Pevehouse, J. (2012). Liberal and Social Theories. En International Relations(p.90). Nueva York: Pearson. (18) Sarquís, D. (1999). El "orden internacional" como objeto de estudio en las relaciones internacionales. Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey, número 7, pp. 87-88. (19) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.21). México: DEBATE. (20) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.21). México: DEBATE. (21) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.20). México: DEBATE. (22) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.20). México: DEBATE. |
Pero no hay que olvidar que el Orden, sin importar de qué nivel se esté analizando, contará con una tercera característica; tendrá que estar basado en el consenso, el cual le dará la legitimidad, que según Weber “se basa en creencias socialmente compartidas” (24), esto permitirá que se puedan concretar acuerdos. Sin embargo a pesar de la existencia de un consenso, esto no hará que desaparezca el conflicto, las rivalidades y confrontaciones, pero hará que estas acciones sean consideradas como parte del Orden, ya que cumplirán las funciones de ajuste, y no se verán como desafíos(25).
Hay que recordar que el Orden, entendido como un sistema de normas que regulan a las unidades del sistema internacional, no estará exento de críticos al status quo, y siempre habrá unidades que busquen su reconfiguración y más en un Orden que pretende ser Mundial, que pretende estar sobre una “multiplicidad de unidades políticas, ninguna suficientemente poderosa como para derrotar a las otras, muchas de ellas con filosofías y prácticas internas contradictorias, en busca de reglas neutrales que regulan su conducta y mitigaran el conflicto” (26) Esto se verá reflejado en la estructuración del sistema internacional, ya que en pleno siglo XXI encontramos a tres unidades políticas que destacan de entre las demás y que cuentan con características para delinear un Nuevo Orden Mundial, estas son China, Estados Unidos y Rusia (27). Hacia un Nuevo Orden Mundial Tripolar: China, Estados Unidos y Rusia La pretensión de Nuevo Orden Mundial se generará en un nuevo sistema internacional que contará con dimensiones de polaridad (28) múltiples, conocido como de corte multipolar, el cual se define como aquel en dónde “existen varios actores con influencia decisiva dentro del sistema internacional”, estos actores en la búsqueda de un Orden Mundial estarán bajo la dinámica de un equilibrio de poder, el cual tendrá las siguientes características:
Este nuevo sistema tripolar bajo el funcionamiento del Equilibrio de Poder puede poner en riesgo a todo el sistema, esto debido a que la composición de la polaridad hace viable que se dé la formación de una coalición entre dos de los tres actores, excluyendo a uno sólo. Karen Mingst habla acerca de que las alianzas que se lleguen a formar serán de tiempo limitado y específico, así mismo éstas serán susceptibles a cambios basados en la percepción que cada uno de los actores que integran la coalición tenga con respecto a las ventajas o desventajas de pertenencia a un bloque u otro, y ya no sólo con respecto a las razones ideológicas, contrario a lo que ejemplifica Samuel Huntington en su afamado libro “El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial”. Pero ante esto, cualquier conflagración que pueda surgir dentro de este modelo, tendrá una naturaleza limitada, esto debido a que el sistema tenderá al equilibrio, en este caso el equilibrio de poder (30). El papel de China en la configuración del Nuevo Orden Mundial Tripolar
Actualmente China juega un papel geopolítico sumamente importante en el escenario internacional, debido a su localización geográfica y a su gran poder económico, el cual le permite tener una mayor injerencia en los asuntos internacionales, así como en las políticas y economías domésticas de varias naciones del globo, lo que ha ido generando antagonismos con otras potencias por el control financiero y comercial. China ha sabido cómo insertarse en el proceso de Globalización, aprovechando todas las ventajas que este mismo proceso le ofrecen para seguir con su alto crecimiento económico, sus exportaciones y el posicionamiento de sus capitales en todas las regiones del mundo. China tendrá que hacer frente a los obstáculos que sus opositores le planteen para frenar su crecimiento económico, mediante Bloques Económicos o Tratados Internacionales, lo que se traducirá en regionalismos. Las alianzas estratégicas que ha consolidado China en diversas regiones del mundo la han hecho ver como un contrapeso a la hegemonía occidental y como un candidato fuerte a ser uno de los países constructor del Nuevo Orden Mundial del tablero internacional del siglo XXI, en el cual hay otras dos potencias buscando disputar ese papel, los Estados Unidos y Rusia. China entra al siglo XXI en una situación económica favorable, en 2002 se adhiere como miembro con plenos derechos a la Organización Mundial de Comercio, lo que le permitió insertar sus productos en el mercado global (31), siendo esto pilar fundamental para la actual posición que tiene en dicho sector, lo que comenzó a generar un conflicto con los Estados Unidos. China ya se había convertido en uno de los países con mayor atracción de inversión extranjera, esto gracias a sus ZEE, así como su bastión financiero que es Hong Kong. El PIB anual de China de 2001 a 2010 fue en promedio de 10.7, el cual se vio afectado por la crisis económica de 2008. Ante el gran crecimiento económico Chino, en 2008 aumentó el presupuesto de defensa en un 17.6%, siendo el 4.3% de su PIB, superando el 4.06% que Estados Unidos dedicó a ese mismo sector (32), pero aún no se ha reducido la brecha entre ambos ejércitos, a pesar de que China también es una potencia nuclear. El sector militar también le ha proveído de recursos económicos a China, ya que exporta material bélico a Pakistán, Irán, Corea del Norte, Rusia, así como a países de África y Medio Oriente (33). Esto ha dotado a China de mayor relevancia en el sistema internacional, no hay que olvidar que “el Estado que tiene poder (político y económico) tanto en la esfera nacional como en escena internacional influye y decide a través de los mecanismos legales, institucionales, organismos internacionales, foros intergubernamentales (Soft power) o mediante acciones coercitivas o empleando la amenaza del uso de la fuerza (Hard Power)”. China cuenta con una gran cantidad de capital para exportar, en 2015 exportó a 156 países alrededor de $102,890 millones de dólares, centrándose en los sectores de bienes raíces, energía, minería, manufacturas y agro (34). Aunado a esto en 2009-2010 Pekín se convirtió en el principal prestamista del planeta, superando al Banco Mundial (35), permitiéndole apuntalar su influencia internacional ya que es un hecho que “en este nuevo contexto global, sin duda un factor de peso para participar en la solución de los grandes problemas internacionales es el poder económico“(36). Sumado a esto China busca convertirse en un actor decisivo en el Orden Mundial Tripolar naciente a través de implementar su mega proyecto de integración conocido como el «Cinturón y Ruta de la Seda», proyecto que tiene sus antecedentes en los años noventa del siglo pasado como parte del discurso diplomático para acercarse a los países de la región de Asia Central, pero no fue sino hasta 2013 que a la llegada al poder del presidente Xi Jinping se anunciaría de manera oficial la iniciativa del «Cinturón y Ruta de la Seda» (“One Belt and One Road”), formalizada en 2015 en el documento “Visions and Actions on Jointly Building Silk Road Economic Belt and 21st Century Maritime Silk Road” (37) en donde se delinearon los objetivos que seguiría dicho proyecto (38). Para llevar a cabo la materialización de la iniciativa, China utilizó a la par instituciones como la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) la cual es relevante en cuestiones de seguridad, el Banco Asiático de Infraestructura e Inversión (AIIB) (39) que cuenta con un capital de 100 mil millones de dólares (40) y su Fondo de la Ruta de la Seda el cual cuenta con 40 mil millones de dólares (41). El proyecto se divide en dos estrategias; por un lado se encuentra la del «Cinturón Económico» que es una serie de redes de transporte terrestre, desde carreteras, vías ferroviarias hasta gasoductos que interconecten diversas regiones de Asia, Medio Oriente, Europa y África, mientras que con el proyecto «Ruta de la Seda marítima» se planea alcanzar un alto nivel de comercio marítimo con los principales socios de la región. Con este mega proyecto China busca reducir tiempos y costos de traslado de mercancías, energéticos y de personas, ya que a pesar de contar con salida al mar, las tensiones geopolíticas de la región ponen en peligro sus exportaciones, por ello pretende priorizar la ruta terrestre. Por ello China busca implementar en primera instancia una integración de la denominada región de Eurasia, la cual como concepto alude a diferentes significados y percepciones desde geográficas y políticas hasta filosóficas e ideológicas; en términos geográficos hace referencia al espacio que está situado entre Asia y Europa (42), en cuanto a la perspectiva geopolítica hace referencia a la descomunal masa de tierra continua de 54,4 millones de kilómetros cuadrados denominada por el geógrafo británico Halford Mackinder como “región pivote” de la política mundial o también conocida como Heartland o «Corazón del Mundo», que tiene localizada al este, sur y oeste a las regiones marginales, que se alinean en un amplio “cinturón” (crescent) accesible a los navegantes (43). La iniciativa «Cinturón y Ruta de la Seda» está direccionada con fines geopolíticos, al pretender en primera instancia la integración de la región estratégica de Eurasia que es su región comercial inmediata, con ello China tiene como fin hacerse del control de la región y llenar el vacío dejado por Estados Unidos, que se ha mostrado reticente a dejar su papel en la región, optando por implementar una contra estrategia de desestabilizar la región central de Asia para frenar el proyecto (44). En segunda instancia la iniciativa tiene el objetivo de que China obtenga el liderazgo comercial mundial así como lograr implantar sus reglas comerciales, para confrontar la estrategia de proteccionismo comercial impulsada por Occidente que deviene de la crisis financiera de 2008, lo que pone en peligro el dinamismo comercial y con ello la estabilidad interna, que está ligada a su crecimiento económico y su dinámica comercial, permitiendo mantener el orden político y social interno. En tercera instancia China busca volver a la economía real o productiva y no seguir en la financiera especulativa (45). Conclusión El despegue económico que tuvo China a principios del siglo XXI, la han convertido en una de las potencias en ascenso más relevantes en el escenario internacional, su gran capacidad económica ha logrado el poder aumentar sus capacidades políticas, diplomáticas y militares, lo que le ha permitido romper con su aislacionismo ejerciendo un papel más activo en la región transpacífica, y con esto expandir su presencia en diversas regiones clave, ya sea mediante su marina o mediante el establecimiento de bases militares en países aliados, con los cuales mantiene una estrecha relación económica, esto le permite tener una garantía sobre el control de los recursos estratégicos que necesita para su crecimiento económico. Nos encontramos en un momento de reestructuración del sistema internacional, ha nacido un sistema de corte tripolar, en donde se está gestando un Nuevo Orden Mundial, el cual estará configurado por tres potencias internacionales, China, Estados Unidos y Rusia. De entre las unidades de ésta naciente tripolaridad, la que ha tenido un gran desarrollo en diversos ámbitos ha sido China, esto debido a sus condiciones económicas que le han permitido tener una presencia no solo regional, sino internacional, siendo un claro candidato a influir en mayor medida en esta nueva reestructuración internacional, sin embargo los Estados Unidos aún tiene estructuras internacionales acordes a sus intereses, lo que a pesar de su pérdida de hegemonía le permiten tener un gran rango de acción, y por último no hay que olvidar el papel de Rusia , quién ha salido avante de las crisis económicas que la aquejaron durante el fin del siglo XX, y que ahora se ha convertido en un actor contra-hegemónico de Occidente y uno que influye en gran medida en la conformación del Nuevo Orden Mundial Tripolar. (23) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.20). México: DEBATE.
(24) Weber, M. (2016). Introducción. En Economía y Sociedad (p. 104). México: Fondo de Cultura Económica. (25) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.21). México: DEBATE. (26) Kissinger, H. (2016). Introducción. En Orden Mundial: Reflexiones sobre el carácter de los países y el curso de la historia (p.15). México: DEBATE. (27) Jalife-Rahme, A. (2016). EU se prepara para una guerra nuclear contra China, según Rand. octubre 20, 2016, de La Jornada Sitio web: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/21/opinion/016o1pol (28) Cuando se hace referencia a la polaridad de un sistema, se habla del número de unidades políticas o bloques de ellas, que ejercen el poder dentro del sistema internacional. Ver: Mingst, K. (2006). El Sistema Internacional. En Fundamentos de las Relaciones Internacionales(pp. 154-156). México: Centro de Investigación y Docencia Económica. (29) Mingst, K. (2006). El Sistema Internacional. En Fundamentos de las Relaciones Internacionales (p. 157). México: Centro de Investigación y Docencia Económica. (30) Mingst, K. (2006). El Sistema Internacional. En Fundamentos de las Relaciones Internacionales (p. 157). México: Centro de Investigación y Docencia Económica. (31) Shenkar, O. (2005). La China surge. En El Siglo de China (pp. 252- 253). Colombia: Grupo Editorial Norma. (32) Bartillac, R.. (2012). Tierra extensa; mundo complejo. En El futuro impero: China luces y sombras del gigante rojo (p. 51). México: L.D Books. (33) Amnistía Internacional. (2015). Los seis grandes exportadores de armas: China. diciembre 2, 2015, de Amnistía Internacional Sitio web: https://www.es.amnesty.org/temas/armas/los-seis-grandes-exportadores-de-armas/china/ (34) Martínez J. (2012). La participación de China en la política internacional a través de su poder nacional. En 40 años de la relación entre México y China: acuerdos, desencuentros y futuro (p. 281). México: Centro de Estudios China-México. (35) Notimex. (2015). China se convierte por primera vez en exportador neto de capital. octubre 28, 2015, de El Economista Sitio web: http://eleconomista.com.mx/economia-global/2015/01/21/china-se-convierte-primera-vez-exportador-neto-capital (36) Pablo, J & Araújo, H. (2012). Introducción. En La Silenciosa Conquista de China. (p. 17). Barcelona: Crítica. (37) Martínez J.(2012). La participación de China en la política internacional a través de su poder nacional. En 40 años de la relación entre México y China: acuerdos, desencuentros y futuro (p. 281). México: Centro de Estudios China-México. (38) Documento consultado en: http://en.ndrc.gov.cn/newsrelease/201503/t20150330_669367.html (39) Rocha, M. (2013). China y la integración megarregional: la Nueva Ruta de la Seda Marítima en África. CIDOB d´Afers Internacionals, n. 114, p. 87-108. (40) Redacción. (2016). El flamante banco de China abre la nueva Ruta de la Seda con sus primeros proyectos. mayo 28, 2018, de Russia Today Sitio web: El flamante banco de China abre la nueva Ruta de la Seda con sus primeros proyectos (41) MOFCOM. (2017). China aportará otros RMB 100.000 millones al Fondo de la Ruta de la Seda. mayo 28, 2018, de Foro de la Franja y Ruta para la cooperación internacional Sitio web: http://spanish.mofcom.gov.cn/article/zt_franjayruta/column1/201705/20170502578443.shtml (42) Blanco, D. (2017). ¿Cómo China reescribirá con la nueva 'ruta de la seda' el comercio global?. mayo 27, 2018, de El Financiero Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/economia/como-china-reescribira-con-la-nueva-ruta-de-la-seda-el-comercio-global (43) Mostafa, G. (2013). The concept of “Eurasia”: Kazakhastan´s Eurasian policy and its implications. Journal of Eurasian Studies, n. 4, p. 160-170. (44) Mackinder, H. (2010) El pivote geográfico de la historia. Geopolítica(s) Revista de estudios sobre espacio y poder vol. 1, núm. 2, p. 312. (45) Jalife-Rahme, A. (2017). Las tres veces que EU intentó descarrilar la nueva ruta de la seda de China y Rusia. junio 2, 2018, de La Jornada Sitio web: http://www.jornada.unam.mx/2017/06/18/opinion/016o1pol (46) Jalife-Rahme, A. (2017). La nueva ruta de la seda de China: ¿plan Marshall optimizado?. junio 2, 2018, de La Jornada Sitio web: http://www.jornada.unam.mx/2017/05/14/opinion/016o1pol |