|
|
El Sello en China: del arte a los negocios
Belén Dorado Marín de Espinosa
Arte y Cultura // Nº 8, Junio, 2021
El mundo de las artes en China engloba manifestaciones desconocidas por occidente, o simplemente no categorizadas como artes, este es el caso de los sellos cuya tradición se remonta al siglo X de nuestra era y continua en la actualidad, siendo un elemento de suma importancia tanto desde el punto de vista artístico como profesional, donde toda empresa que se preste debe poseer un sello que da legalidad a un documento.
Para conocer la historia de los sellos en China, debemos regresar en el tiempo a los primeros momentos de la cultura china, aquella en la que los chamanes interpretaban las incisiones hechas en los caparazones de tortuga dando lugar a los primeros pictogramas de la lengua china, a los que más tarde se les añade el elemento fonético para convertirse en los ideogramas que conforman la esta lengua. Se dice que fue el artista Wang Man el primero en usar piedras suaves para grabarlas, siendo el pionero de las diversas escuelas de grabadores que surgieron a lo largo y ancho del país, como la Escuela de Hui, Zhe y Hai, ésta última también conocida como Escuela de Shanghai. De la misma manera que los caracteres poseen significado, también poseen elementos estéticos, que son trabajados por los artistas para lograr la calidad de trazos óptima para que una caligrafía sea considerada obra de arte. Los calígrafos, y otros tantos artistas, debían ser diestros en pintura, caligrafía, en el conocimiento de los clásicos y también en el tallado de sellos, siendo su formación de un bagaje cultural sin parangón. Fue en el reinado de la Dinastía Song, cuando China fue testigo de una de las épocas de más avances de su historia, dede todos los puntos de vista, ya sea filosóficos, científico, astronómico o tecnológico, y se hicieron los más grandiosos descubrimientos, a saber; la pólvora, brújula, pólvora negra y los tipos móviles, mismos usados por Gutenberg para la construcción de su imprenta. En este momento los sellos tuvieron y fueron un símbolo de poder, de autoridad, pero con el paso del tiempo llegaron a ser un elemento que podían poseer todos los ciudadanos y todas las clases sociales, propagándose también al resto de países de Asia. Para proceder a la creación de un sello, lo primero que se debe hacer es trazarlo en papel y luego grabarlo en la piedra, madera, bronce o jade, pero de forma invertida para que al estamparlo en tinta se vea en la forma correcta, algo que dota de mayor complejidad aún a esta técnica.
Existen diferentes tipos de piedras para labrar sellos en China. La primera de ellas es la conocida como piedra de Shoushan 寿山石, extraídas del río Soushan, que se lleva usando para este fin desde hace más de 1.500 años, y que tiene diversas categorías. La siguiente, y la más utilizada por sus propiedades, es la llamada de Qingtian 青田石, que procede de la provincia de Zhejiang, y que se ha venido utilizando desde hace más de 1.700 años entre los conocedores de la técnica de sellos. Esta piedra posee diferentes tonalidades, siendo la variedad más usada la conocida como Deng Huang Dong 灯光冻 y la Feng Men Qing 封门青. Una tercera tipología de piedra es la llamada Piedra Balin 巴林石, que procede de Mongolia y fue considerada por Gengis Khan como una piedra regalada por dios y que, pese a que no tiene tanta antigüedad como las anteriores su calidad hace que esté entre las preferidas por los grabadores. La tercera de las modalidades de piedra es llamada Piedra Changhua 昌化石, por proceder de la ciudad del mismo nombre, también en la provincia de Zhejiang, pero que posee una dureza mayor que las anteriores, no siendo indicada para los que comienzan en el arte de grabado de sellos. El formato de los sellos considerados oficiales es de 1 cm cúbico, siendo los sellos personales aún más pequeños, y está dividido en cuatro partes bien diferenciadas: el mango, el cuerpo, la cara y los costados, mismos que se decoraban con elementos naturales como paisajes, pájaros, flores o figuras, elementos que expresan las ideas que sobre el hombre y la naturaleza existen en la cultura china. Estos elementos naturales se unen con los caligráficos, para dar como resultado un amalgama que resume, en un espacio excesivamente pequeño, las nociones y pensamientos propios de la cultura china.
Al igual que la cara, los costados y el mango son tallados también. Éste último elemento del sello, el mango, merecería toda una disertación ya que poseen una calidad estética sublime, en la que parece que la figura emerge de la piedra por sí sola, y que no tuvo la ayuda del grabador para llevarlo a cabo. Durante el período de Primaveras y Otoños, 722 al 481 a.n.e., se comenzó a popularizar el uso de los sellos entre la población. Se cuenta que en el año 221 n.e., fecha muy representativa en la cultural china, ya que fue el año en el Emperador de los Qin, Shihuang Di conquistó los estados combatientes y unificó a China bajo un solo país, se creó un sello para conmemorar este evento. De este momento destaca una pieza de sello conocida como He Chi Bi, hecha en jade y propiedad del Estado de Zhao, y que cayó en manos del nuevo Emperador de los Qin, quien la convirtió en el sello de su reinado, al que añadió grabar la leyenda “El mandato es recibido del Cielo, que tenga longevidad y Prosperidad”, 受命于天,既寿永昌), leyenda escrita por el Primer Ministro de Shi Huang Di, Sun Shou. |
Una vez grabado, se debe sumergir en tinta roja, llamada zhusha en chino, que se extraía del cinabrio, elemento que otorga a esta pasta una durabilidad y permanencia muy longeva. Esta tinta confeccionada con cinabrio debía ser almacenada en grandes recipientes de porcelana y removida constantemente para evitar que se secara, y si no se iba a usar pronto, podía ser almacenada en cajas de madera, ya solidificada como piedra de tinta.
Durante mucho tiempo, los sellos estuvieron en manos de los emperadores, pero más tarde pasaron a formar parte del ajuar de las casas, y los pintores vieron en él un elemento de gran valor para ser plasmado en sus pinturas. Los pintores, una vez finalizada su obra, estampaban su sello en un lateral de la misma. Debido a que en la cultura china la copia es parte fundamental del aprendizaje, el sello daba a las obras una autoría y legitimidad evitando ser confundida con una copia. Es a través de los sellos que poseemos gran información sobre las pinturas o sobre documentos de la cultura china.
Pero si esto ocurría con los pintores, los calígrafos, que dejaban sus caracteres escritos en las pinturas, hacían lo mismo y colocaban su sello al final de los poemas, dando de esta forma por concluido el poema y evitando que alguien más pudiese seguir escribiendo el dicho poema. Más tarde los coleccionistas dejaron estampados sus sellos en las obras pictóricas como señal de propiedad y de esta manera el estudio de los sellos estampados en una pintura hablan por sí solos y narran la historia de la propia pintura, desde que se gestó en manos del pintor hasta que se vendió a tal o cual coleccionista, pudiendo seguir el viaje de las mismas a través de los diversos propietarios. Pero no solo las pinturas y documentos importantes tenían sellos, también la porcelana se apoya en ellos para corroborar la autoría de una pieza, o el reinado al que corresponde. A esta tipología de sello se le conoce como Marcas de Reinado.
Entre la cultura china los sellos están considerados como un objeto imprescindible en su vida, ya sea en las obras artísticas que hemos comentado o en su vida diaria, ya que para cualquier trámite se necesita el visto bueno de un sello. No hay documento en China que no posea un sello, así como no hay empresa que se preste que no posea un sello como distintivo y que éste no sea usado como comprobante de alguna transacción o trámite. Actualmente existe en China una sociedad encargada de conservar este arte, es la llamada “Sociedad de Grabadores de Sellos de Xiling”, en la provincia de Hangzhou. Esta sociedad, aunque proviene de la época legendaria de los Ming y de los Qing, se fundó en 1904 y está localizada en la Montaña Gushan, una isla situada al norte del Lago del Oeste de Hangzhou, en un enclave privilegiado rodeado de jardines que provocan un estado de serenidad y calma propio de los jardines chinos, posibilitando el estudio, la meditación y la paz. Es gracias a este tipo de instituciones que las diversas manifestaciones de la cultura china aún permanecen en la memoria de lo chinos y es así como, nosotros occidentales ajenos a esta cultura milenaria, podemos conocer acerca de tan maravilloso arte. El arte del grabado de sellos fue incluido en la lista de patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en el año 2009. |