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Taiwán: ¿Una posible escalada del conflicto?
Sandra Ramos Martínez
Historia y Sociedad // Nº 13, Septiembre, 2022
Con la invasión rusa sobre territorio ucraniano que lleva aconteciendo desde hace varios meses, Taiwán muestra una preocupación real ante un ataque por parte de China que ya se ha agravado con la polémica visita de Nancy Pelosi al país. Aun así, si bien la República Popular China posee la capacidad para llevarlo a cabo ¿cuál sería el precio que pagar por dicha invasión?. Xi Jinping, actual presidente de la República Popular China, enunció en el cuadragésimo aniversario de la carta a los compatriotas de Taiwán de Deng Xiaoping, celebrado en 2019, que no prometían renunciar al uso de la fuerza y que llevarían a cabo las opciones necesarias con el objetivo de conseguir ese ‘’sueño chino’’ caracterizado por cumplimentar el principio de una sola China que tan importante es para su país (1).
Por supuesto, dichas declaraciones fueron interpretadas como amenaza, pues el jefe de Estado habría afirmado que haría todo lo que esté en su mano para llevar a cabo esa reunificación, pero sin desestimar el uso de la fuerza como posible táctica final, en caso de que los esfuerzos diplomáticos hubiesen fracasado. En este ámbito, lo que se suponía que era una disputa regional entre dos orillas, con el papel que juega Estados Unidos como aliado de Taiwán y las repercusiones mediáticas en el mundo Occidental, se ha convertido en una gran disputa muy mediática a escala global. Por otra parte, actualmente, con la guerra ruso- ucraniana, que comenzó en febrero de 2022 y que todavía mantiene su curso, en los últimos meses se ha especulado sobre la posibilidad de que China realice la misma maniobra con Taiwán, nación con la que mantiene una disputa histórica y que en el verano de 2022 las tensiones se han magnificado con la visita de Nancy Pelosi a territorio taiwanés.
De hecho, el Ministerio de Defensa taiwanés ha advertido en mayo del presente año que 18 aviones de combate chinos han sobrevolado el espacio aéreo de Taiwán. Concretamente, se encontraban sobrevolando su zona de defensa aérea, lo que ha provocado que los taiwaneses se pongan en alerta ante una invasión china que, especialmente en las últimas semanas gracias a Nancy Pelosi, parece más inminente (2). Sin embargo, es imposible comprender un conflicto sin antes conocer su historia. En efecto, el conflicto entre las que se conocen como la República Popular China que, comúnmente, se hace denominar simplemente ‘China’ y la República de China, que se conoce generalmente como Taiwán y con capital en Taipéi, tiene décadas de historia que se remontan incluso al siglo XIX, cuando, tras la Primera guerra sino-japonesa (1894-1895), Pekín se vio obligada a ceder Taiwán (Isla de Formosa) a los japoneses como parte del tratado de paz. La estrategia de control japonesa sobre Taiwán se hizo notable, aportando un gran desarrollo económico y urbano en el país con el objetivo de ‘’japonizar’’ este territorio (3).
Sin embargo, la llegada de la Segunda Guerra Mundial y la desastrosa derrota japonesa supuso que dicho territorio taiwanés se devolviese a quien había sido su anterior soberano. Las autoridades del momento, que eran el Kuomintang (Partido Nacionalista Chino), no tardaron en enfrentarse de nuevo en una segunda etapa de la cruenta Guerra Civil China (1946- 1949) como forma de reprimir en su totalidad la expansión del comunismo en China que hace décadas se había iniciado. Para ello, y de manera inevitable, obtuvieron el apoyo de Estados Unidos, pero, de manera contraria, el Partido Comunista Chino (PCCh) acabó haciéndose con el poder de China Continental. Esto supuso que gran parte de las fuerzas nacionalistas del Kuomintang se refugiasen en la capital de Taiwán, Taipéi, donde se empeñaron en reconstruir la República Nacional que la República Popular China, recientemente fundada en 1949, no les había permitido establecer (4).
En este momento, Taiwán se centró en consolidar su poder como nación y asegurar su principal fuente de supervivencia: la capacidad de defensa. Si bien no tenían suficiente armamento y unas fuerzas militares que garantizasen por completo su seguridad, la firma del Tratado de defensa mutua entre Estados Unidos y la República de China en 1954, garantizó la protección por parte de su aliado norteamericano (5). Por lo tanto, el interés estadounidense en el continente asiático y, en especial, el apoyo que, durante largos años, estuvo brindado a Taiwán, a la que denominaban ‘’la china libre’’, despertó grandes recelos en la República Popular de China, algo que, todavía se mantiene en la actualidad y que continúa despertando temores en la población taiwanesa, quien, a pesar de compartir rasgos culturales, históricos, bélicos e incluso el habla del chino mandarín, no desea una invasión china (6). Por parte de la China nacionalista ubicada en Taiwán, los impulsos de volver a hacer de la China continental una nacionalista y,
obviamente, libre de comunismo, se dispersaron a lo largo de los años, pero, por parte de Pekín, las intenciones de reunificación todavía no han desaparecido, aunque su posición tiende a ser mucho más discreta de cara a la imagen que tratan de ofrecer a nivel internacional. El discurso basado en el ‘’principio de una sola China’’ que ha sido pronunciado por Deng Xiaoping en 1979 demuestra la estrategia que la República Popular de China lleva promulgando desde sus inicios y que se basa en que, como bien se afirma, solo puede existir un gobierno legítimo, que es el de Pekín y que representa toda la cultura e historia milenaria del gigante chino. Este principio es clave a la hora de comprender cómo China se relaciona con el mundo exterior, pues desechará mantener relaciones bilaterales con cualquier país que no apoye esta tesis, en la que se incluye la reunificación de Taiwán y China de forma pacífica bajo el ideal de ‘’un país, dos sistemas’’ como se llevó a cabo con Hong Kong en su momento (7).
Por otra parte, con el ascenso económico, tecnológico y militar de la República Popular China en las últimas décadas, el temor y la desconfianza se ha hecho notar en la política y población taiwanesa, pues la presidenta de la República de China, Tsai Ing-wen y nacida en Taipéi, no vislumbra con buenos ojos las intenciones crecientes de Pekín hacia su nación. De hecho, hace tiempo que se atisba -especialmente en estas últimas semanas- la posibilidad de una invasión china de la isla, teniendo en cuenta las rivalidades establecidas entre Pekín y Washington que también tienen que ver con la lucha por el poder, la soberanía y la influencia en la región. China cada vez es más fuerte, más poderosa a nivel económico y tecnológico y, en consecuencia, más capacitada en el ámbito militar. Taiwán, por su parte, todavía no posee los recursos militares suficientes para hacer frente a semejante potencia de país, pero, todavía cuenta con el apoyo norteamericano, incluso con una base militar. .
Por su parte, Estados Unidos, lejos de retirar su compromiso con Taiwán, ha asegurado que, en caso de que, finalmente se produzca dicha invasión, se comprometería a defender a su aliado utilizando la fuerza militar si fuese necesario. Con esta afirmación realizada por el presidente Joe Biden, Estados Unidos se aleja claramente de la que fue su ‘’ambigüedad estratégica’’ con respecto a China y Taiwán y se posiciona por completo en un escenario donde las tensiones internacionales no dejan de crecer (8).
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Así pues, teniendo en cuenta las intenciones del gigante chino con respecto a Taiwán y el respaldo estadounidense que claramente denotan una gran escalada de esta disputa territorial, ¿Cuáles serían las consecuencias de un conflicto chino- taiwanés al estilo de Rusia con Ucrania y teniendo en cuenta las grandes implicaciones estadounidenses? Como apunte, cabe destacar que el poder e influencia que la República Popular China posee, a todos los niveles, es mucho mayor que el de su vecino ruso, por lo que, para China, esta disputa, desde el plano económico y militar, no supondría una debacle (a corto plazo) como lo está suponiendo para Rusia con el problema de desabastecimiento. Taiwán, por su parte, es una isla y esto, en términos militares, es un punto a favor ya que es más fácil de proteger que un territorio continental, contando también con el apoyo que Estados Unidos le ha brindado y le brinda en la actualidad, pues es uno de sus socios principales.
Por otra parte, también es importante remarcar las consecuencias humanitarias para la población taiwanesa que, en caso de conflicto bélico, serían mucho peores que en el caso de Ucrania, pues, al ser una isla, sería mucho más difícil escapar y realizar labores de evacuación, sin contar también con el gran auge del nacionalismo chino actual, que busca ‘’por todos los medios’’ llevar a cabo la reunificación de Taiwán. Como bien se conoce gracias a los errores de la historia, los nacionalismos más radicales son una fuente de conflicto que nunca tienen buen fin. Pero, lo que se podría considerar una de las mayores catástrofes, tanto para China, que es el principal productor mundial como para el resto del mundo globalizado, es la gran herida que se produciría en la economía global en caso de que, finalmente, estallase el conflicto; una herida que ensombrecería a la actual crisis de desabastecimiento, teniendo en cuenta también que Taiwán es uno de los principales productores de semiconductores en la industria mundial (9).
De producirse un conflicto, el precio a pagar por parte de China sería tan costoso que podrían perjudicar sus primordiales objetivos de crecimiento, pues cada vez desarrolla más acuerdos comerciales con multitud de países con el objetivo de fomentar su propio crecimiento e influencia. Así pues, aunque muchos analistas internacionales especulan que China está ‘’estudiando’’ los pasos que deberá dar en un futuro cuando quiera conquistar Taiwán fijándose en las diferentes tácticas y estrategias implementadas por el gobierno ruso de Putin (las cuales han sido, por el momento, un completo fracaso), este asunto se ha agravado aún más si cabe con la gira asiática de la norteamericana Nancy Pelosi (10).
La visita de Nancy Pelosi
Por su parte, la visita de La actual presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán en agosto de 2022 no ha hecho más que recrudecer las ya deterioradas relaciones entre China y Taiwán y, sobre todo, entre China y los Estados Unidos, las dos grandes superpotencias del momento. Aunque la visita duró escasas veinticuatro horas, a Pelosi (como representante de la soberanía norteamericana) le dio tiempo a establecer una estrategia de actuación lógica de acuerdo con los compromisos que ya venía manteniendo con su aliado taiwanés (11). Esta polémica visita ha conseguido provocar a la República Popular China puesto que, como respuesta, han decidido llevar a cabo ‘’maniobras militares’’ y ha impuesto sanciones comerciales a la isla como forma de responder contundentemente a un ataque que, según su perspectiva, era injustificado. Tampoco se han hecho esperar las sanciones y vetos al país a la señora Pelosi y a su familia por considerarle una ‘’amenaza a la estabilidad del Estrecho de Taiwán’’ (12). Efectivamente, la estrategia estadounidense de reafirmar el compromiso con su aliado taiwanés ha supuesto una clara provocación para China en un momento donde la geopolítica global es más tensa que nunca. Si bien Pelosi afirmó en dicha visita que "La solidaridad de Estados Unidos con los 23 millones de habitantes de Taiwán es hoy más importante que nunca, ya que el mundo se enfrenta a la elección entre autocracia y democracia" (13), la República Popular China considera que este acto de provocación ha rebasado los límites que se pueden permitir en cuanto a su soberanía interna y, en efecto, su respuesta ha sido contundente y ha resonado en todos los medios globales, especialmente por las sanciones impuestas, los simulacros de operaciones militares y el hecho de haber instalado buques de guerra a 15 kilómetros de la isla taiwanesa (14). La situación es alarmante y la figura claramente asertiva en el poder de Xi Jinping no dejará pasar la oportunidad de conseguir la reunificación, incluso mediante el uso de la fuerza como bien recalcó su antecesor en 2019. En efecto, la lógica detrás del compromiso estadounidense con Taiwán viene propiciado por una estrategia de disuasión china frente a su aliado, quien claramente es superior en este ámbito, así como la adopción de una postura firme y asertiva en una región dominada por el gigante chino y en la que, si Estados Unidos pierde poder, entonces habrá perdido la batalla (15).
En conclusión, China siempre ha tenido entre sus objetivos la reunificación, pero, con los errores estratégicos que Rusia está cometiendo actualmente en Ucrania, se podría estar recopilando la mayor cantidad de información posible para evitar cometer los errores de Putin. La reunificación es realmente factible, a pesar de las negativas de gran parte de la población taiwanesa, pero no a cualquier precio como, por el contrario, ha ocurrido en el caso de Rusia. China quiere asegurarse un escenario favorable para llevar a cabo dicho objetivo y, para ello, su estrategia deberá ser mucho más cautelosa, planificada y, por ende, evitando perjudicar sus intereses económicos y planes de crecimiento, pues es su objetivo principal. Sin embargo, el corto viaje de Pelosi con el objetivo de reforzar relaciones con los taiwaneses ha puesto en jaque las aspiraciones de Pekín hasta el momento, haciéndoles tener que responder ante lo que ellos consideran un acto de provocación que desencadenará tensiones completamente innecesarias.
Definitivamente, si bien algunos estimábamos que la crisis en Taiwán tardaría largos meses, o incluso años en desatarse, lo que, con anterioridad a Nancy Pelosi era solo una posible escalada de tensiones, actualmente es una realidad de la que China debe responder con prudencia, pues todo apunta a que los realistas se encontraban en la posición correcta y que los grandes cambios han llegado a acontecerse en solo unas pocas semanas.
Fuentes:
1.Prieto, F. (2020, 16 mayo). El principio de una sola China y la evolución de la cuestión de Taiwán desde la perspectiva de la República Popular China. Observatorio de Política China [OPCh]. https://politica-china.org/areas/taiwan/el-principio-de-una-sola-china-y-la-evolucion-de-la-cuestion-de-taiwan-desde-la-perspectiva-de-la-republica-popular-china 2.Reuters. (2022, 6 mayo). Cazas de Taiwán advierten a 18 aviones chinos al entrar en la zona de defensa aérea. La Razón. https://www.larazon.es/internacional/20220506/l4b6t6bsibbmvff6hjazjpkmfe.html 3.Martínez, M. D. M. (2021, 30 noviembre). Breve historia de Taiwán. Desde los Yuanzhumin hasta la República de China. Descifrando la Guerra. https://www.descifrandolaguerra.es/breve-historia-de-taiwan-desde-los-yuanzhumin-hasta-la-republica-de-china/ 4.Lynch, M. (2014). The Chinese Civil War 1945–49. Bloomsbury Publishing. 5.Martínez, M. D. M. (2021, 30 noviembre). Breve historia de Taiwán. Desde los Yuanzhumin hasta la República de China. Descifrando la Guerra. https://www.descifrandolaguerra.es/breve-historia-de-taiwan-desde-los-yuanzhumin-hasta-la-republica-de-china/ 6.Westad, O. A. (2003). Decisive encounters: the Chinese civil war, 1946-1950. Stanford University Press. 7.Chao, C.-M. (1987). “One Country, Two Systems”: A Theoretical Analysis. Asian Affairs, 14(2), 107–124. Page 119. http://www.jstor.org/stable/30172037 8.Arciniegas, Y. (2022, 23 mayo). Biden en su gira en Asia: EE. UU. defenderá a Taiwán si China intenta una invasión. France 24. https://www.france24.com/es/asia-pac%C3%ADfico/20220523-biden-taiwan-china-acuerdo-comercial-indopacifico 9.Fernández, A. (2022, 4 mayo). Por qué una guerra de China con Taiwán sería mucho peor que la de Rusia y Ucrania. La Razón. https://www.larazon.es/internacional/20220504/j4skz3z2nffwrkiuynf2x3mosy.html 10.Mizokami, K. (2022, 27 febrero). Por qué China podría invadir Taiwán. Esquire. https://www.esquire.com/es/actualidad/a39244989/rusia-ucrania-impacto-taiwan-china/ 11.El Economista.es. (2022, 5 agosto). Escalada de tensión en Taiwán: China sanciona a Pelosi, corta los contactos militares con EEUU y envía… https://www.eleconomista.es/actualidad/noticias/11897782/08/22/Escalada-de-tension-en-Taiwan-China-sanciona-a-Pelosi-corta-los-contactos-militares-con-EEUU-y-envia-buques-de-guerra-a-la-isla.html 12.Lee, Y., & Wu, S. (2022, 17 agosto). Pelosi arrives in Taiwan vowing U.S. commitment; China enraged. Reuters. https://www.reuters.com/world/asia-pacific/pelosi-expected-arrive-taiwan-tuesday-sources-say-2022-08-02/ 13.Ibid. 14.Redondo, M., Proto, L., & Márquez, R. (2022, 5 agosto). Buques de guerra a 15 kilómetros de Taiwán: la respuesta de China cruza una nueva línea. elconfidencial.com. https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-08-04/buques-guerra-taiwan-respuesta-china_3471066/ 15.Sieteiglesias, E. S. (2022, 2 agosto). Pelosi aterriza en Taiwán a pesar de las amenazas de China. La Razón. https://www.larazon.es/internacional/20220802/bhytnkh77rbcrhun7oe5iaoycy.html 16.La estrategia de Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, sin embargo, no ha terminado de convencer en la Casa Blanca, pues la postura en favor estabilidad de la región del Indo-Pacífico del presidente norteamericano Joe Biden no se corresponde con la gira asiática de Pelosi que, en consecuencia, ha menospreciado la labor diplomática que Washington lleva meses llevando a cabo con el objetivo de tratar de frenar a Pekín. |