Tierra: edificios de los Hakkas
Mariana Guerrero
Arte y Cultura // Nº 11, Marzo, 2022
Como sabemos, Mulán es una heroína guerrera china de la cual se han realizado diversas películas en Disney, siendo una de las últimas filmaciones la reconocida versión live action (2020). La famosa tira fue grabada en las propias tierras de China, al sur de la oriental provincia de Fujian, pero ha resultado controversial que no corresponde históricamente ni geográficamente a la realidad de la guerrera.
Así lo ha expresado la crítica china, distintos expertos cibernautas que observan la verdadera historia de Mulan. La cual, está bastante alejada de lo que nos muestra el universo del ratoncito más famoso del mundo. Más allá de esto, los edificios existen, ¡sí! son los nominados edificios Tulou, y además, son reconocidos como Patrimonio Mundial por la Unesco en el 2008.
En las pintorescas tierras de Fujian, especialmente en las vívidas verdes regiones de Yongding, Longyan, Zhangping y Zhangzhou, nos encontramos con las llamadas “casas de tierra” Hakka. Estas increíbles y resistentes estructuras circulares nos sorprenden llegando hasta los 13 metros de altura, con 3 a 4 pisos. En las mismas conviven hasta 800 personas. Pero, a pesar de su imponente y robusta visual, realizada con el fin de ser fortalezas de protección, alberga la solidaria comunidad del pueblo Hakka que siguen las tradiciones chinas y el antiguo sistema feudal de valores. El espíritu de este clan étnico es de raíces profundamente conectadas con la naturaleza y la vida armónica. Viven labrando y cultivando sus plantaciones de arrozales, tabaco y té. Una anécdota interesante sobre estas comunidades, asentadas en las casas Tulou, ocurrió en la época de la guerra fría cuando los primeros satélites americanos captaron imágenes de los Fujian Tulou. Las bases de EEUU confundieron estos edificios con bases de lanzamiento de misiles, de esta forma, los americanos descubrían la existencia de los Tulou.
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Seguramente, en la increíble y bien lograda edificación de los tulou, tuvo que haber influido que la mayoría de los primeros integrantes del clan eran académicos y profesionales. Estos, que huían de la guerra que predominaba en el sur del país, formaban parte de las iniciales familias más distinguidas y, por tanto, su aporte debe haber sido crucial. Al día de hoy esto sigue siendo motivo de recuerdo y orgullo para la etnia Hakka.
Las “casas de tierra” de Fujian Entre los siglos XIV y XV las sociedades eran muy distintas de las que conocemos hoy, existía una necesidad de defensa por la inestabilidad social. Así que las comunidades crearon estas imponentes “casas de tierra” para resguardar las familias y tradiciones. Reunidas en un solo clan étnico, cada fortaleza tulou se puede ver subdividida en segmentos verticales, que desembocan en un patio central compartido. Si la observáramos desde arriba se asemeja a porciones de una tarta. En las tierras de Fujian nos encontramos con 3 diseños diferentes para las casas tulou: las redondas, las rectangulares y las Wufeng (‘cinco aves Fénix’). Sobre estas últimas, la palabra Wufeng se refiere a cinco aves de diferentes colores (rojo, amarillo, verde, violeta y blanco), pero además, a cinco direcciones cardinales: norte, sur, este, oeste y centro. Esto nos quiere decir que la casa tiene un eje, forma un todo con el centro y los cuatro costados que son sus puntos cardinales. Cuando nos paramos frente a las estructuras Wufeng, son como enormes palacios de gran altura, con la gracia y grandeza de un Fénix a punto de alzar su vuelo.
Por otro lado, se considera la más representativa de las estructuras las casas circulares. El mejor ejemplo de ellas es el edificio Chengqi, localizado en el distrito de Yongding de Fujian. Fue construido durante 3 años mientras regía la Dinastía Qing, en 1709. Cuando entramos a cada hogar nos recibe la zona de cocina y el comedor en la planta baja; luego vemos un almacén un piso más arriba, por último, asomando al cielo están los dormitorios en las plantas superiores. Un diseño sin dudas peculiar, que al llevarnos en sus anillos circulares, por cada nivel, logran una sensación de extrañamiento y vínculo con el lugar y las personas, que es verdaderamente único. De esta forma, estas unidades familiares conviven como una gran comunidad étnica que no solo buscaron refugio y protección, sino la preservación de su estilo de vida, tradiciones y valores ancestrales. Las fortalezas en la actualidad Hoy día muchos visitan los edificios Hakka por su excepcional arquitectura. Tienen un gran valor histórico y social que se ha reconocido en el mundo, siendo fuente de inspiración y reconocimiento por el trascendente valor humano de las mismas. Es destacable como en el 2008 una de las mayores inmobiliarias de China construyó una versión moderna de un tulou, como viviendas sociales, en la zona de Guangzhou. Esto genera una reflexión interesante acerca de la importancia de mirar hacia las raíces, sobre lo que los antepasados construyeron y la base por la cuál lo hicieron. Algo que siempre China ha tenido presente, con reivindicación y admiración, desde la antigüedad. Si hay una cultura que venera y entiende de los procesos históricos, de tradiciones y valores sociales es la China. |