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Disputa irrestricta sino-estadounidense: Tecnología 5G
Carlos Jenkins
Tecnología y Economía // Nº3, Marzo, 2020
El día jueves 31 de Octubre de 2019, las tres principales operadoras de telecomunicaciones chinas anunciaron el lanzamiento comercial de conexiones móviles con tecnología 5G, lo que abrió las puertas a un mercado de más de 800 millones de usuarios de telefonía móvil, los cuales han sido beneficiados con paquetes a precios similares a los de la red 4G.
Este adelanto llegó en momento oportuno para Huawei, compañía que a pesar de haber logrado 60 contratos internacionales distintos para implementar tecnología 5G, ha sido superada por Ericsson, que ha pactado un total de 79 debido, en gran parte, a la presión estadounidense contra la tecnología china a la que ha declarado como un riesgo contra su seguridad nacional. Sin embargo, Huawei se convirtió en el principal ganador de los contratos de redes en China al recibir casi la mitad de los ofrecidos por China Mobile, el mayor proveedor de internet móvil del país. No obstante, las acciones del gobierno estadounidense tendrán un impacto no sólo en las compañías chinas, sino también en las empresas de ese país, más allá de la industria 5G, debido a que la prohibición de la lista del Buró de Industria y Seguridad (BIS, por sus siglas en inglés) señala que la transferencia de productos o tecnologías a países que se encuentren en esta lista no será posible, por lo que ninguna compañía estadounidense podrá compartir algún foro, conversación formal o correo electrónico en el que se comparta información sobre estándares o tecnología. Lo que preocupa a varios expertos, como el CEO de Google, Eric Schmidt, es que dicha decisión podrá provocar la creación de dos polos en el sector de las telecomunicaciones: uno liderado por China y otro por Estados Unidos, lo que tendrá repercusiones negativas para las compañías estadounidenses por la mayor inversión y tamaño del mercado al que tendrán acceso sus similares chinas. Ante esto surge la interrogante: ¿qué acciones tomará el gobierno de Trump para mantener en balance la seguridad nacional y los intereses de las grandes corporaciones tecnológicas?
Por otro lado la megafusión entre Sprint y T-Mobile, aún no ha podido consolidarse, ya que a pesar de que por un lado podría leerse como un movimiento inteligente con miras a la implementación de la tecnología móvil 5G en Estados Unidos, para dos de los cinco miembros de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) esto no deja de ser un golpe hacia los consumidores, ya que elevará los precios, disminuirá la calidad del servicio e irá en contra de la libre competencia. Desde esta perspectiva se hace evidente la complejidad a la que se enfrenta Estados Unidos al momento de buscar competir en la industria 5G contra China, ya que las mismas características internas entorpecen su desarrollo. Incluso la misma competencia está siendo otro factor en detrimento del plan de Trump para acelerar la implementación de esta tecnología, ya que a pesar de los esfuerzos por parte de la FCC por liberar la mayor cantidad de banda, se ha generado un conflicto de intereses: primero, debido a que la mayor parte del espectro que se está utilizando en la mayoría de las partes del mundo para uso comercial se otorgó previamente en Estados Unidos para uso militar; segundo, la propuesta del uso de la frecuencia de 6 Ghz generó un conflicto entre las compañías Google, Facebook, Microsoft y Apple frente a Ericsson, ya que esto obstaculizaría los satélites de comunicaciones de la compañía nórdica; tercero, después de que la FCC propusiera la C-Band (4 a 8 Ghz) para el uso comercial del 5G, la C-Band Alliance se opuso a ello y no ha cedido ante esta posibilidad; mientras que esta idea sólo es apoyada por la compañía Eutelsat, misma que abandonó en 2019 la organización. |
El buen recibimiento que ha tenido la tecnología móvil 5G continúa, y la nación de Confucio ha aprovechado esto, ya que sus exportaciones de teléfonos inteligentes se han visto exponenciadas gracias a la creciente demanda de equipos 5G, por lo que en noviembre de 2019 la cifra total de teléfonos inteligentes con este sistema llegó a 5 mil 74 millones, según la "Academia de Tecnología de la Información y Comunicaciones". Incluso en el Ericsson Mobility Report de Noviembre de 2019 las estimaciones continúan en aumento respecto de las que se tenían en las versiones previas de este reporte, y además prevé que el proceso de suscripciones en los próximos 6 años para la red 5G sea más rápido de lo que fue el proceso con la red 4G o LTE, debido en gran parte a la participación del gigante asiático en el despliegue de la tecnología.
Si bien el boicot estadounidense a la industria 5G China ha surtido efecto para menguar medianamente su expansión, lo que en realidad preocupa a Estados Unidos es que el país asiático esté participando en una industria de carácter estratégico en los centros urbanos europeos más importantes, en donde esta tecnología tendrá un mejor recibimiento por su mercado e infraestructura, ya que Alemania, Reino Unido, Francia, España e Italia no han seguido esta recomendación; y grandes compañías europeas de telefonía, como Norwegian Telecom y Telefónica, han confirmado que usarán equipos de Huawei en su red central. No obstante, el país del reino medio no se ha conformado con la incertidumbre, y en el caso de Alemania, ante la posible creación de un proyecto de ley que prohíba a los vendedores de tecnología 5G no confiable, el embajador de China en Alemania Wu Ken, ha dejado claro que de ser excluido Huawei del mercado alemán habrá consecuencias para los autos teutones en el mercado chino. Un suceso que no se debe dejar a un lado es la mención que por primera vez hizo la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en la declaración final de la reunión llevada a cabo en la capital británica, en diciembre de 2019, en la que se señala a China como un desafío y como una oportunidad para la alianza que se debe de afrontar en conjunto, lo cual, desde la perspectiva estadounidense representa aún más peligro debido a la fragmentación que genera. La tregua en la guerra comercial sino-estadounidense detrás de la disputa tecnológica, más que el inicio hacia un mejoramiento de las relaciones, es un respiro para Trump de cara a las próximas elecciones y un cambio de estrategia dentro de la guerra irrestricta. Al contemplar la impotencia estadounidense para detener al avance del 5G chino frente al que Trump recientemente propuso subvencionar a la competencia occidental, la expansión del Coronavirus en Wuhan podría haber sido planeada desde los recintos de la inteligencia de Washington como una alternativa para ralentizar esta expansión, lo que daría razón a la teoría de la guerra irrestricta en dos sentidos: en cuanto al carácter de la propia disputa en el que todo está permitido, y sobre la omnipresencia del campo de batalla dentro del siglo XXI, el cual se encuentra en todos lados, en cada parte de la actividad humana. Frente a esto, habrá que ver cuál es el resultado: por un lado, la expansión y crecimiento del 5G chino se verá afectado por los retrasos en las obras de implementación a causa de la alerta sanitaria, lo que aumentará los costos, no obstante, la aplicación de esta tecnología dentro del país asiático tendrá un avance dentro de otras áreas debido a la misma experiencia obtenida por la emergencia. Por lo pronto Huawei instaló una red 5G en el hospital de Wuhan en tan sólo 3 días mientras que ZTE está utilizando equipos 5G para realizar diagnósticos con el fin de controlar la epidemia, todo interconectado a la enorme base de datos coordinada por el gobierno central. Desde la perspectiva oriental, los momentos de crisis son vistos como oportunidades para crecer, y esta vez no parece ser la excepción. |