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La influencia de la caricatura y el muralismo mexicano en las vanguardias chinas
Belén Dorado Marín de Espinosa
China en el Mundo Hispano, El Mundo Hispano en China, // Nº12, Junio, 2022
En el año de 1956 el Frente Nacional de Artes Plásticas de México, llevó a cabo una exposición sobre muralismo mexicano, bajo el título de “Frente Nacional de Artes Plásticas de México: pintura y grabado”. Ésta fue una exposición itinerante que debía presentarse en los países del Bloque Socialista, incluyendo Alemania, Oriental, Polonia y la Unión Soviética, pero sobre la que el pintor Venturelli, quien entonces vivía en Beijing, contactó a Siqueiros, parte imprescindible de esta exposición, para que la muestra se llevase también a China, donde fue exhibida finalmente en Beijing, Shanghai y Guangzhou.
Siqueiros, quien estuvo en Beijing por un mes, pudo entrevistarse con artistas chinos del momento y apreciar el arte de China in situ, como parece que hizo al visitar las Grutas de Datong y quedar impresionado por la grandeza del arte budista. Como comentan los artistas testigos de esa exposición el muralismo chino, que hasta la fecha había estad enfocado en temas más religiosos que populares, encuentra con la Revolución Cultural, y con la influencia de los muralistas mexicanos, una temática nueva: el pueblo. Esta influencia provocó una segunda etapa en el muralismo chino, por la cual se fueron abandonando los retratos del dirigente Zedong en pro de temáticas rurales, sociales, de las gentes que habitaban el país.El rojo da paso a todas las tonalidades posibles, y las temáticas abordan realidades de los campesinos.
La influencia del muralismo mexicano en China dejó una clara huella entre los contemporáneos de esta generación de pioneros plásticos quienes se vieron fascinados con las técnicas y temas tratados por los pintores mexicanos. La pintura mexicanas expresión del arte moderno considerado capitalista por la China del momento, tuvo aceptación en China debido a que era revolucionario. Este aspecto es importante ya que, mientras los muralistas chinos se dedicaban a representar lo que el gobierno les dictaba, los pintores mexicanos pintaban como forma de alzar la voz del pueblo contra la tiranía de los gobernantes. Las técnicas e innovaciones que los muralistas mexicanos estaban haciendo en su país, fueron de gran admiración por los pintores chinos quienes, al mismo tiempo se escandalizaban de los comentarios que sus colegas mexicanos tenían sobre el arte de la Unión Soviética, al que tachaban de estereotipado y arraigado a la academia, por el contrario abogaban por la liberación de las técnicas, como se mostraba en su manifiesto. Este evento del siglo pasado, no quedó olvidado en los anales del arte mexicano. Sería en el año 2018 cuando se llevó a cabo en México la exposición “Vientos de Fusang: México y China en el siglo XX”, en el Museo Mural Diego Rivera, curada por Shengtian Zheng y Christina Yu Yu para el USC Pacific Asia Museu y que, siguiendo el objetivo que tuviese la exposición itinerante del 56 del siglo pasado, abordó la influencia del arte mexicano en la cultura artística china desde 1930 hasta 1960 a raíz de la visita de muralistas, pintores y caricaturistas mexicanos al país asiático. La exposición quedaba dividida en tres secciones: “Círculo de Miguel Covarrubias en Shanghái”, “Contacto intensivo: arte y artistas de México”, y “Una influencia perdurable: el movimiento muralista en China”. En la primera de ellas se presentaban los viajes que Miguel Covarrubias hizo a China durante los dos de 1930 y 1933 donde conoció a poetas como Sao Xunmei, a Lin Yutang o a Zhang Guangyu, mientras que la segunda parte se centra en la exposición llevada a cabo en China por parte del Frente Nacional de Artes Plásticas de México, en 1956 en la capital de China, con la muestra de 60 obras de artistas mexicanos, como Rivera, Siqueiros, Orozco, Tamayo o Bustos, quienes influyeron en la posterior generación de artistas chinos, y la tercera enfocada en ver las influencias que el muralismo en México dejó en sus contemporáneos chinos. En el muralismo chino existen tres etapas diferenciadas, donde las dos primeras, acaecidas en 1958 y conocido como el “movimiento muralista” se refieren a los murales políticos que se extendían por todo el país, con consignas que alentaban al pueblo a seguir los dictados del gobierno como medio de alcanzar la prosperidad de la nación. Los propios campesinos quedaron admirados por estos murales, y muchos de ellos se convirtieron en pintores, creando una generación de pintores campesinos, como nunca había existido antes, y la pintura se pone al servicio del pueblo. Pero la llegada de la Revolución Cultural pintó toda China de rojo, a través de los carteles propagandísticos de Mao Zedong, que continuarían hasta el año de 1972 cuando, con la Exposición Nacional de Arte se observan pinturas que ya no dominan el rojo, sino que es la vida de los campesinos de forma realista la protagonista de las escenas. Sin lugar a dudas, las reflexiones, datos y experiencias compartidas por el Embajador Sergio Ley brindan una perspectiva única en torno a las relaciones sino-mexicanas, señalando los retos y logros que ambas naciones han alcanzado a cinco décadas del establecimiento de relaciones diplomáticas, por lo que será muy importante retomar este diálogo en los próximos años tanto con otros Embajadores mexicanos como con sus homólogos chinos y así conocer propuestas de cooperación que ayuden a generar una estrategia mexicana hacia China. Estas nuevas pinturas vinieron a reemplazar a las del Maoísmo, y fue el motivo por el cual nace la pintura mural, primero para deleite de los extranjeros y luego se convirtió en una seña del arte moderno chino y una muestra de la apertura de China al mundo.
A través del mural, los pintores mostraban las bondades de su país a unos extranjeros ávidos de comprender y de entender la cultura china, tan distante a ellos, y en este sentido uno de los episodios más característicos fue la realización de los murales del aeropuerto de Beijing, que dieron lugar a la consecución de un programa de muralismo para pintores chinos.
Si las vanguardias americanas y europeas dejaron dejaron huella en los artistas chinos, más aun tras la exposición itinerante, Miguel Covarrubias, ese aventurero y viajero que pudo conocer con profundidad los lugares que visitaba y que se decía que tenía facilidad para aprender idiomas, seguramente también cantonés y mandarín, y había viajado a China en diversas ocasiones, fue un personaje de gran importancia en la escena artística de China, sobretodo en lo que a la caricatura se refiere. La primera vez que estuvo en el país asiático fue en 1930, cuando viajó en viaje de Luna de miel con su esposa Rosa, y se alojaron en casa de sus amigos los Fritz, una de las parejas más importantes de la sociedad del Shanghai de la época y quienes los presentan al círculo artístico de Shanghai. Su segundo viaje sería en 1933, como parte de una escala en su destino final Bali, donde era embajador, aunque parece que el 1931 entre enero y junio, pudo estar en China, esta vez solo, y entablar relación con los artistas locales. Del segundo viaje, el más documentado de todos, los Covarrubias recorrieron el país con anfitriones tan relevantes como los Fritz y el filósofo Lin Yutang o Sinmay Zaw y los pintores Zhang Guangyu y Zhang Zhenyu, así como Ye Quianyu, de cuya estancia tenemos la caricatura del artista, de la mano del ruso Sapajou. En este viaje fue cuando Covarrubias es presentado a los grandes de las artes de China la del momento. Durante sus viajes en el país, pudieron conocer Beijing, Shanghai y Suzhou, lugares en los que Covarrubias no escatimaba el tiempo en adquirir obras de arte, postales, discos de música o carteles y folletos del momento, dentro de su afán de coleccionista. Estas ilustraciones, en blanco y negro, constituyen su primer libro ilustrado sobre Asia, al que también dedicó la portada con la figura de la heroína Xie Bingying, también en tinta negra negra y roja, y que recibieron grandes alabanzas de la crítica de la época, incluso mejores que el propio libro, a pesar de que fue galardonado con el premio Gringoire. Pearl S. Buck, criada en China y que en ese momento gozaba de gran popularidad como escritora, publica la novela "All Men Are Brothers" misma que fue ilustrada por Covarrubias. Pearl S. Buck tradujo la novela clásica china Shui Hu Zhuan- traducida como “A orillas del agua”, pero cambió el título por el arriba citado. Esta novela ilustrada marcó un hito en la ilustración de obras de corte china, mismas que fueron aprobadas tanto por Lin Yutang como por la propia autora, quienes en compañía de otros tantos críticos de arte aunaron en decir que eran excelsas para ilustrar el libro.
Esta obra, a la que Covarrubias dedicó mucho tiempo, contó con fuentes históricas de China, como la edición del siglo XIX, así como pintura tradicional china, poemas, grabados… un corpus de obras de arte que hicieron posible que Covarrubias se empapara de la autenticidad del texto y pudiese plasmarlo en las ilustraciones posteriores. En el año de 1939 se inaugura La Exposición Internacional de San Francisco, también conocida como del Golden Gate, y en la que el tema central de la misma fue el “esplendor del pacífico”. A este evento se invitó a Covarrubias, experto en cultura, antropólogo y artista, y se solicitó al artista mexicano la realización de una serie de murales sobre la cuenca del Pacífico. En esta etapa Covarrubias pintor y antropólogo elaboró seis murales que reflejaban la forma de vida de los diferentes pueblos de la zona, y que Covarrrubias conocía muy bien a través de sus viajes, que vivía con gran profundidad y ahínco para lograr aprender más acerca de sus culturas, gastronomía y lenguas. |
Los artistas chinos de moda en el momento, conocieron la obra de Covarrubias a través de las revista, como Vannity Fair o Vogue y quedaron fascinados con el trabajo del artista. Covarrubias durante esta visita a China, pudo conocer a los artistas de moda en el país, y a célebres personajes, como el poeta Sao Xunmei (1906-1968), quien se convierte en su anfitrión en el país, mostrándole las obras de China y los autores contemporáneos.
Fruto de ese primer viaje, el periodista y sociólogo francés Marc Chadourne, lo invita a participar como ilustrador en su crónica sociopolítica titulada China, una obra donde el artista plasma sus impresiones del primer viaje además de otras ilustraciones hechas para la ocasión, y otras muchas que se pueden observar en el “Archivo Miguel Covarrubias en la Universidad de las Américas”, en Puebla, en la “Colección de Adriana y Tom Williams de Miguel Covarrubias”, y en la “Colección de Arte del Centro Harry Ra”, en la Universidad de Austin, en Texas. Fue tal la aceptación del libro en edición francesa que se pide la edición del libro en lengua inglesa, y que incluyen las 25 ilustraciones de la obra francesa, y que al mismo tiempo fueron compartidas en China con gran aceptación, influyendo en los artistas de esta época. Influencia de Covarrubias en China
Toda la trayectoria pionera de Covarrubias que los artistas chinos conocieron a través de revista como Vanitty Fair, cuya versión china podría compararse con la revista 萬象 Wanxiang, publicada por 邵洵美 Shao Xunmei, tuvo gran influencia en la escena artística de vanguardia del Shanghai del momento. Figuras como los hermanos Zhang o Ye Qianyu, a quien Covarrubias conoció a través del artista 邵洵美 Shao Xunmei, fueron algunos de los artistas influenciados. El Shanghai de vanguardia, que se estuvo cociendo desde la década de los años ´20 del siglo pasado, contaban con escuelas que se vieron influenciadas por las vanguardias occidentales. Así, las páginas de las revistas literarias y artísticas de china estaban repletas de reminiscencias a las vanguardias occidentales, y artistas contemporáneos copaban las portadas de las revistas del momento. Pero sin duda alguna el artista que más influencia tuvo en ese momento entre el círculo artístico de Shanghai fue Covarrubias, quien además visitó Shanghai y pudo conocer a los representantes de la escena artística en persona, algo que se recuerda en esta sentencia de un periódico chino del momento: Los inteligentes dibujos [de Covarrubias] de “Vanity Fair” han sido incesantemente reproducidos en los periódicos y revistas vernáculos, mientras que aspirantes, desde Cantón hasta Pekín, se esfuerzan por imitar el peculiar estilo que le ha conferido una reputación internacional Uno de los influenciados por el arte de Covarrubias fue 张光宇 Zhang Guangyu, quien es recordado como uno de los pioneros de la caricatura en China, autor del primer libro del país sobre arte industrial moderno en 1932 y quien ya conocía la trayectoria artística del mexicano a través de las revistas estadounidenses como Vanity Fair o Vogue.
Este maestro del arte modernista chino fue el puente en la transición de la época clásica a la época moderna de la mitad del siglo pasado. Considerado el "Picasso más Chenghuangmiao”, que hace alusión al templo de la ciudad de Shanghái, muestra el cubismo en sus pinturas, y de Covarrubias su etapa de caricaturista. La influencia del pintor mexicano es claramente visible en esta época, donde el geometrismo y los colores intensos son una clara alusión al artista mexicano.
Esta época fue la de más auge del arte gráfico popular de China, y proliferaron revistas como 上海漫画Shanghai Manhua y el 时代漫画 Sidai Manhua, ligadas a las vanguardias europeas y la literatura, y concebidas como revista ilustrada de humor y contenido satírico de la China de los años ´30s. Estas última, con 39 números en la calle, y una trayectoria de tres años, desde 1934 hasta 1937, es el claro ejemplo de las nuevas corrientes que llegaban a China, procedentes de otros rincones del mundo, como México, y que daban voz a la problemática que estaba ocurriendo en el país, y que más tarde podría ser reconocida como la época de oro de la historieta en China. De esta época es la amistad de Covarrubias con 张光宇 Zhang Guangyu, quien influyó mucho en su obra, hasta el punto de que en ocasiones es una clara copia de su amigo mexicano. Destaca de este momento una versión que hizo 张 Zhang sobre el clásico Viaje al Oeste, en el que vemos claras reminiscencias a la caricatura de Covarrubias. En esta versión de Viaje al Oeste, bajo el título de 西游漫记Xijou Manji, cuenta con 60 ilustraciones, y fue la excusa del artista para denunciar de forma satírica a la sociedad de su época, y en concreto al Kuomitang. Mientras que en la versión original, los personajes van en busca de los sutras sagrados del budismo, en la obra de 光宇 Guangyu lo que los protagonistas buscan es la democracia, y para ello visitan diversos países con nombres como metáfora a cada uno de los problemas de la China del momento.
Parece ser que ésta obra le valió al artista para ser el encargado de llevar a cabo una producción más grande de una película, bajo el título de "Uproar in Heaven", (1965), una de las películas más famosas el cine chino, en la cual diseñó personajes y fue el director artístico de la misma. Los espectadores de la película pudieron disfrutar, sin saberlo, de una influencia que les llegaba desde el otro lado del Pacífico, precisamente desde Fusang. La influencia del muralismo mexicano en China es uno de los episodios más llamativos del arte de vanguardia, y es una clara expresión de un cambio en las formas de expresarse de los artistas, tanto en Europa, como en América, sin dejar de lado a China, una China que sacaba la cabeza al mundo y que le gustaba lo que veía. Cuando Covarrubias regresa a México, por allá de los años 40´s y decide establecerse ahí, una de las primeras cosas que hace es fundar, junto con su nuevo amigo Elí de Gortari, que curiosamente regresaba de China, la Sociedad de Amigos de la China popular, constituida en 1953, lo que da prueba de la impronta que sus viajes a China y todo lo que pudo experimentar allá, dejaron en la figura del artista. Como parte de la exposición de 2018 celebrada en México, se mostraron más de 50 obras y un mural, a la manera del mural mexicano, en el que aparecen 50 retratos de personajes célebres del muralismo y la política tanto mexicana como China de esa época del siglo pasado, obra de los artistas chinos Shengtian Zheng y Jingbo Sun (2017), como muestra de la influencia de los artistas latinoamericanos en el arte chino. En esta monumental obra podemos contemplar a Miguel Covarrubias, Diego Rivera, Zhang Guangyu, Shao Xunmei, Frida Khalo, Orozco, Zhou Enlai o Siqueiros entre otros.
La memoria de la exposición se publicó en un catálogo que quedó para la posteridad y que permanece como recuerdo de este intercambio artístico que, desde el año de 1956 se lleva a cabo entre China y México, y que hoy en día todavía encuentra estos espacios en los que las artes rompen las fronteras idiomáticas, unen culturas y pueblos. Los muralistas mexicanos dejaron impronta en China, y quizás en ese ir y venir de conocimientos, las relaciones entre México y China se fortalecieron hasta nuestros días. Fuentes y notas:
邵洵美 Shao Xunmei, poeta de la corriente de la Escuela Crescente, escritor y editor de revistas de vanguardia, que se convirtieron en parangón de las vanguardias en China. Estudió literatura inglesa en la Universidad de Cambridge. “Mexican Artist Visitor – Mr. M. Covarrubias on Trip to East – Bound Eventually for Magic Bali”, The North China Daily News, 2 de octubre de 1933, p. 18. Citado en Bevan, Paul Graham. “Manhua artists in Shanghai 1926-1938: from art-for-art’s-sake to wartime propaganda”, p. 115 https://thetricontinental.org/es/dossier-51-multiporalidad-china-latinoamerica/ consultado 20/05/2022 |