Sé cantar canciones en un idioma que no entiendo sé decir “te quiero” en un idioma que no siento el verbo que me ha sido dado no me puede atrapar qué sabe este diccionario de mi pueblo, mi historia o mi identidad. (Paloma Chen citado en Coyle,2021)
Según el Instituto Nacional de Estadística de España (INE 2022), el número de ciudadanos chinos residentes en España era de 229.254 en 2021, y cada año hay recién nacidos cuyos progenitores, o al menos uno de ellos, es chino. Sin embargo, su número está disminuyendo, desde su máximo en 2009 de 4.862 a solo 1.865 en 2022. Esta nueva generación de españoles de origen chino se unirá a la de aquellos que nacieron en China pero crecieron en España, creando una identidad cultural híbrida y experimentando un proceso de aculturación que puede mostrar similitudes con el de la comunidad sino-americana.
Para Gladys Nieto, autora de “Reflexiones acerca de la investigación sobre chinos de Ultramar en España”, y “La inmigración china en España: una comunidad ligada a su nación”, en España existe xenofobia contra ciudadanos sinodescendientes o sinofobia, con "leyendas urbanas que los asocian a actividades ilegales, prácticas culturales extrañas, competencia desleal y ostentación de riqueza", por lo que los ciudadanos chinos pueden ser considerados como un "colectivo exotizado y estereotipado"." (citado por Coyle 2021)
Los españoles de origen chino de segunda generación han empezado a alzar la voz para reflexionar sobre su identidad híbrida y la experiencia de ser una minoría en España. La autonegación en ocasiones forma parte del proceso, ya que algunos chinos españoles evitan la faceta china de su identidad cuando crecen, como si fuera una carga que perjudicara su desarrollo social; sin embargo, a menudo acaban aceptando su propia herencia, en parte debido a que las diferencias raciales constituyen una barrera infranqueable, pero también por los lazos culturales: "te guste o no, seguirás siendo chino". (Coyle 2021)
Paloma Chen es una representante literaria de la comunidad sino-española: nacida en un pequeño pueblo de España en la década de 1990, explora su identidad en su poemario Invocación a las Mayorías Silenciosas (2022). En su prefacio, muchos de los temas suenan familiares a la búsqueda de la norteamericana Maxine Hong Kingston en The Woman Warrior por encontrar su propia voz en un tercer espacio, lejos de etiquetas étnicas y oposiciones binarias, en busca de una voz artística personal: "las mujeres migrantes y sus hijas ya nacidas en España han estado vinculadas a espacios liminales: esos lugares intermedios que no pertenecen a ninguno de los dos bandos. Ni a éste ni al otro.
El poemario que tenemos entre manos es un reflejo de lo complicado que es vivir en el límite, donde tradicionalmente no ha habido lugar para el arte y la cultura más allá de la etiqueta de alternativo." (traducido de la sinopsis de Chen citada en La Vanguardia, 2022) Fue tras un viaje a China para estudiar chino cuando tenía 21 años cuando se dio cuenta del potencial de mezclar identidades y no tener que elegir entre ellas.
Paloma Chen no es un caso aislado: Zhou Quan, ilustradora conocida como Gazpacho Agridulce, explora los mismos temas como chino-española nacida en Andalucía en sus cómics y en su autobiografía Gazpacho Agridulce: Una Autobiografía Chino-Andaluza; o el relato interseccional del cantante, artista y escritor español de origen taiwanés Chenta Tsai, que incluye la teoría de género y queer al impacto de la inmigración en la identidad cultural en Arroz Tres Delicias: Sexo, Raza y Género.
Cangrejo Pro es un colectivo de jóvenes chinas de la diáspora en España, cuyas performances reivindican también los problemas particulares de la comunidad en este país. Su performance Vamos al Chino pone de manifiesto la deshumanización de los trabajadores chinos y los delitos de odio ejercidos sobre este colectivo debido a la sinofobia.
Del mismo modo, otros colectivos como el Festival Furiasia de las Diásporas Asiáticas y el Lychee Film Festival son asociaciones artísticas pioneras de creadores y escritores chino-españoles que están configurando sus propios espacios y voz dentro de la sociedad española. Son una ráfaga de aire fresco en el panorama artístico nacional, contribuyendo a una escena artística más plural.
La directora española Arantxa Echevarría, galardonada con el Goya a la Mejor Dirección Novel en 2018 con la película Carmen y Lola, ha retratado recientemente a través de su lente naturalista la vida de dos niñas españolas de ascendencia china que viven en Madrid en Chinas (2023). Chinas narra la historia de dos niñas de 9 años que, al encontrarse por primera vez en el colegio, sufren la expectativa social de que deben hacerse amigas. Sin embargo, al principio rechazan la idea, ya que proceden de entornos totalmente diferentes: Lucía, inmigrante de segunda generación que se identifica como española y cuyos padres trabajan incesantemente en un bazar chino; y Xiang, que es adoptada y se pregunta por su familia biológica.
La película se inspira en la experiencia personal de Echevarría, que conoció a la hija de los dueños de un bazar chino de su barrio. A partir de su conocimiento, comenzó "a interesarse e investigar cómo es la vida de los chinos de segunda generación en Madrid; personas que deben luchar contra la tradición, las normas y la cultura de un país de origen que apenas conocen pero que, al mismo tiempo, son rechazados en su país de nacimiento por sus ojos rasgados". (Cine con Ñ 2023)
La cultura chino-española tiene una trayectoria históricamente breve en comparación con la comunidad chino-americana; sin embargo, ya ha producido valiosas obras literarias y artísticas. En el transcurso de las últimas décadas, España se ha convertido en una sociedad multiétnica, y los individuos con diferentes orígenes culturales seguirán creciendo y contribuyendo al diálogo continuo de la literatura, el arte, la creatividad y la multiculturalidad. Estamos deseando ver que más nos ofrecerá.