Centro de Estudios Chinos de Granada (CEC)
Innovando en la enseñanza de la lengua china
Editorial
Red de Bambú, Dragones y Tinta // Nº13, Septiembre, 2022
En Granada, ciudad con tradición universitaria, y origen de los estudios sobre China, desde que en 1979 el profesor Pedro San Ginés comenzara a impartir las primeras lecciones de esta cultura e idioma entre los más aventureros estudiantes del momento, se encuentra el Centro de Estudios Chinos (CEC), una escuela de idiomas diferente, divertida y enfocada en que la enseñanza debe ser algo más que memorizar.
Con Teresa Moya Madrona al frente, este Centro de Estudios de la lengua asiática se está consolidando como uno de los más importantes, al concebir la enseñanza de este idioma, tan lejano para muchos, a través de métodos nada tradicionales que pretenden crear en el alumno el amor por la lengua y la cultura, posibilitando una apertura profesional a muchos de los que se acercan a aprender este idioma, uno de los más hablados del mundo.
La visión a futuro de esta estudiante de la Universidad de Granada, galardonada con varias becas para estudios en China, y una trayectoria de más de diez años en el estudio del chino mandarín, le llevó a abrir este centro en la ciudad que tanto le dio en el aprendizaje del chino mandarín.
Para Teresa "La enseñanza de chino es un campo relativamente joven en comparación con otros idiomas como el inglés. Los materiales que existen están creados casi en su mayoría en China siguiendo métodos basados en la memorización de listas de vocabulario y en estructuras gramaticales, estrategias, quizás, más al gusto del estudiante asiático". La motivación y el objetivo del CEC, como nos cuenta su fundadora en esta entrevista, era crear un espacio de enseñanza diferente, Desde el principio, nuestro objetivo es enseñar de manera comunicativa, hacer disfrutar al alumno en el aula a través de clases amenas y prácticas. De esta manera esperamos que los alumnos puedan ver un avance claro en menor tiempo y que por ende mantengan la motivación para seguir aprendiendo chino.
Además de esta aportación desde el campo de la enseñanza, el CEC se ha enfocado en crear una comunidad de aprendizaje, una comunidad comprometida, o como nos cuenta Teresa Moya, generar un espacio de intercambio cultural y social entre la comunidad china de Granada y los estudiantes de chino ya que no había muchas actividades que se salieran estrictamente de lo que era el idioma chino. De esta manera, y gracias al sabio consejo de su madre, que la apoyó para estudiar chino, es, como recuerda Teresa, como en 2018 el CEC comienza organizando talleres e intercambios lingüísticos. Para los intercambios contamos con la colaboración de la Asociación de Alumnos Chinos de la UGR y para los talleres con profesores especialistas en distintas materias que fueron impartiendo talleres que abarcaron temas tan variados como la pronunciación de consonantes, la redacción de textos en chino, el origen de los caracteres o la cultura de los memes en el país asiático.
Con sede en Granada, que como decíamos es pionera en los estudios sobre China y su lengua, y en cuyas aulas se formaron personajes tan importantes en el estudio de las lenguas chinas, como son Alicia Relinque, premio nacional de traducción, y profesora a caballo entre el Grado de Traducción e Interpretación y el de Lenguas Modernas y sus Literaturas, y Belén Cuadra traductora de Yan Lianke, entre otras figuras, el CEC pretende convertirse en un referente moderno, fresco y atractivo para comenzar, perfeccionar o profundizar en este idioma.
Es el CEC una auténtica comunidad de aprendizaje, al involucrar a estudiantes en prácticas para que lleven a cabo talleres y cursos, y muchos de ellos luego pasan a formar parte del equipo del CEC, convirtiendo el aprendizaje en una experiencia circular donde todos aprenden de todos. |
Pero Teresa no es la única a bordo de este proyecto, ya que junto a su fundadora se encuentran las maestras Han Xintong, dedicada a fortalecer la conversación en chino y la lengua en sí, la maestra Yi Ding, y la recién incorporada Susi, que transmiten la enseñanza del chino como solo un apasionado por lo que hace puede transmitir.
El espíritu que motivó la apertura de esta escuela sigue vivo. Durante estos años hemos seguido formándonos para a su vez poder enseñar chino mejor y hemos organizado infinitud de talleres, entre los que puedo destacar las dos ediciones del Taller de Traducción Literaria y Divulgativa que impartió Belén Rueda o el la Semana Dorada, en la que festejamos la entrada del Año Nuevo chino siete días de talleres prácticos sobre cultura china. Actualmente, en el CEC se especializan en la enseñanza a través del input comprensible, un método que se basa en la adquisición subconsciente de una lengua.
Los métodos tradicionales se centran en el concepto de que a partir de la práctica y la producción constante desde el primer momento, seremos capaces de desarrollar nuestras habilidades lingüísticas. Por su parte, el input comprensible defiende que desarrollamos nuestras habilidades a partir de recibir input, o información recibida (al escuchar y al leer), y que la producción o el output (al hablar y al escribir) es una consecuencia de ello. Esta forma de adquirir un idioma, hace que paradójicamente los alumnos puedan empezar a hablar chino más rápido, de forma más natural y espontánea que los que utilizan los métodos tradicionales. Entre la oferta del CEC versa en la enseñanza del chino tanto presencial como online, al mismo tiempo que forman a sus estudiantes para la preparación y superación del examen HSK, la prueba de nivel del idioma chino, o como nos comenta Teresa Contamos con una plataforma de educación online que en la actualidad cuenta con dos cursos: Curso Escritura China: evolución, formación y uso de los 150 caracteres más frecuentes del idioma chino y Curso online de fonética del idioma chino. Pero no todo es lengua china en el CEC sino que ahora también se amplía la oferta a japonés y koreano, abriendo espacios muy interesantes en lo que a los idiomas asiáticos se refiere. El Centro de Estudios Chinos colabora con la Escuela de Chino de Nini Laoshi, en el podcast "Bambú con Tetas" sobre difusión de cultura china, y al mismo tiempo llevan a cabo otras actividades como Talleres de Traducción, manualidades para familias, intercambios de idiomas u organización de eventos. Un gran abanico de variedades que convierten a este centro en algo más que una academia de idiomas, sino más cerca de una comunidad de aprendizaje, como comentábamos antes. Comunidad que ve en el idioma chino una posibilidad de ampliar horizontes, de crear alianzas y de convertirla enseñanza y el aprendizaje en algo divertido, ameno; y lo más importante, funcional.
Pero si con todo esto todavía tenemos dudas sobre por qué estudiar chino, Teresa nos lo pone muy clarito, Sea el idioma que sea, siempre es interesante asomarse a la ventana de una lengua nueva. En un mundo cada vez más polarizado, aprender chino nos puede servir para apreciar una cultura que resulta lejana aunque sin embargo es cada vez más cercana.
Saber idiomas nos abre puertas, como decían nuestras madres, pero además, como incide Teresa: En España todos los barrios cuentan con bazares o tiendas de alimentación regentadas por personas chinas, ¿no sería bonito poder decirles algunas palabras en su idioma?. La música y las series de televisión chinas son también cada vez más populares, no en vano Netflix ofrece en su catálogo muchas de ellas. Por no hablar de las nuevas generaciones! No hay nada más a la moda que la cultura asiática: sus mangas, sus ropas tradicionales, actores y actrices… En los periódicos encontramos noticias sobre el mundo chino a diario. ¿No es acaso China la segunda potencia económica mundial? El mundo laboral que ofrece el gigante asiático cuenta con infinitud de posibilidades. Descubrir su cultura milenaria, dar respuesta a preguntas como ¿por qué actúan los chinos como lo hacen?, trasladarnos a ciudades futuristas, aprender los caracteres, comunicarnos con amigos chinos, encontrar un mejor trabajo, entender las series sin subtítulos… ¡Hay tantas razones para aprender chino! Y lo mejor es que todas son buenas. |