Hojas rojas, de Can Xue
Reseña por Glady de la Cruz
Recomendaciones // Nº13, Septiembre, 2022
Traducido por Belén Cuadra Mora
Editado por Aristas Martínez En la literatura china traducida al español, a menudo nos encontramos cierta carencia de obras de ficción ambientadas en la actualidad. Disponemos de una amplia gama de opciones si queremos leer sobre ciencia ficción o sobre periodos como la Revolución Cultural, pero la falta de ficción contemporánea es un abismo que muy pocas editoriales españolas se atreven a empezar a cubrir. Can Xue (pseudónimo de Deng Xiaohua), no rellena tampoco ese agujero, pero ayuda a sobrellevarlo. Escuchamos a menudo su nombre cada año, en cuanto se acerca la ceremonia de los Premios Nobel, pues su nombre resuena en las loterías como la primera mujer china en ganar el Nobel de Literatura. Mientras vemos si esta profecía se cumple en los próximos años, podemos aprovechar para aproximarnos a su obra. Si bien La frontera (Hermida Editores, 2021) fue el primero que nos llegó en español, Hojas rojas ocupa un lugar privilegiado para aquellas personas que no están acostumbradas a leer la literatura experimental que abandera la autora china.
Hojas rojas es una recopilación de ocho relatos imposibles de clasificar y no aptos para lectores que esperan encontrar convencionalidades en su estructura o temática. Can Xue define su propio estilo como fruto del inconsciente, y esto se hace patente en todos y cada uno de los relatos, donde los límites entre la realidad y el espacio onírico se desdibujan a través de espacios y de personajes. |
Cada historia corta es un salto al vacío de la literatura de vanguardia, influenciada por autores de la talla de Borges y Kafka. Es la sorpresa por la innovación lo que cabe esperar al leer cada uno de los textos, donde son frecuentes las ambientaciones oníricas y los paisajes fronterizos entre lo real y lo imaginario.
Can Xue posee una asombrosa capacidad para entrar en la mente de otros seres y contarnos su perspectiva: si no es un sauce, tal vez una urraca, o incluso un ser parecido a una lombriz que se alimenta de la tierra. Si alguien quiere adentrarse en la obra de esta autora, pero no se tiene experiencia en la literatura experimental, Hojas rojas es el libro idóneo para ello. Los relatos cortos tienen la ventaja de ser pequeñas píldoras con las que ir acostumbrándonos a un estilo distinto, y que se sale de la norma.
Esas extravagancias hacen de ella una autora que no tenga término medio: o se ama o se odia. Pero de ningún modo dejará indiferente al lector. La literatura experimental no es para todos los públicos, por lo que si el lector espera entender con racionalidad y lógica cada una de las escenas de los relatos, se dará cuenta de que aquí es imposible. Lo que queda es embarcarse en lo desconocido y disfrutar de un viaje extrasensorial cuyo precio será la falta de realidad. |