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China en el mercado financiero global
Franco Taffarel Maluff
Tecnología y Economía // Nº11, Marzo, 2022
Hace un par de meses, China continental ha abierto su tercera bolsa de valores, orientada a financiar pequeñas y medianas empresas (PyMEs), en Beijing. De las 81 empresas que cotizan en la nueva Bolsa de Valores, 77 experimentaron un crecimiento en su segundo día de apertura, con varias incluso llegando a los dos dígitos. Esto sigue a un sólido día de apertura el lunes pasado con un aumento total del 158,69% y una facturación total de 21.200 millones de yuanes (alrededor de 3.300 millones de dólares), según datos publicados por Financial News, una publicación del banco central de China. (1)
En general, se esperaban tales ganancias. El lanzamiento de la bolsa, que se considera lista para favorecer la innovación en las PyMEs, fue anunciado en septiembre por el presidente Xi Jinping, y los medios chinos lo han calificado como uno de sus "proyectos favoritos". Este es un firme paso a aumentar el tamaño del mercado de capitales de China Continental, ampliando su número de recintos para acceso al crédito bursátil, luego de las bolsas de Shanghái y Shenzhen. Sin embargo, el potencial de crecimiento global aún presenta algunas limitaciones, como el acceso restringido a sólo residentes de China, ausencia de algunas bases de desarrollo en el sistema financiero, y un marco de regulaciones estatales más clara sobre empresas de mayor envergadura.
No obstante, a fines de 2020, las tenencias extranjeras de inversiones de cartera chinas ascendían a 2 billones de dólares, cinco veces más que en 2009, cuando China comenzó a promover el uso del Renminbi (人民币) en el comercio internacional. Este desarrollo se ha visto facilitado por una mayor apertura de la cuenta de capitales de China que ha mejorado el acceso a los mercados financieros de China. En 2014, China lanzó el Programa Stock Connect para aumentar la inversión de capital transfronterizo, seguido en 2017 por el Programa Bond Connect destinado a canalizar capital extranjero en valores de deuda chinos. El acceso mejorado a los mercados financieros de China ha permitido la inclusión de acciones y bonos chinos en índices globales, como el índice MSCI Emerging Markets y el índice Bloomberg Barclays Global Aggregate, lo que ha aumentado los flujos de inversión en China. Algunos sugieren que si el Partido Comunista Chino (PCCh) se embarcara en un camino de liberalización económica y política, tendría muchas posibilidades de convertir a China en una potencia financiera mundial. (2) Esto ha funcionado en el pasado, pero ¿es garantía de que vuelva a ocurrir? ¿qué fortalezas y dificultades tiene China para posicionarse como un jugador más relevante en el mercado financiero global? ¿Y cómo influyen éstas en su relación con distintas regiones del mundo? Veamos ciertas relaciones económicas que mantiene el Reino del Medio (中国) a nivel global.
Relaciones financieras e inversiones chinas en Latinoamérica China es un país que cuenta con una cuenta corriente relativamente cerrada, por lo que le da una estabilidad financiera muy sólida a su economía interna. Esto la hace más resiliente a crisis globales (como ocurrió en el 2008), haciéndola interesante para que países en los cuales estas crisis repercuten de manera pronunciada (como algunos países latinoamericanos) puedan centrar parte de sus economías a ella. Por ello, una de las ventajas de contar como socios financieros a China podría ser la de anclar algo de esa estabilidad a la situación económico-patrimonial del país que lo considere oportuno, ya sea aumentando la exposición de reservas en el Banco Central con Renminbi (SWAP), recibiendo Inversión Extranjera Directa de empresas chinas u obteniendo financiamiento a través de organismos transnacionales de origen chino o con al menos con fuerte influencia china, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), el Banco de Exportación e Importación de China (Exim Bank) y el Banco de Desarrollo de China (CDB) - en vez de recurrir únicamente a organismos occidentales (fuertemente influenciados por EE.UU.) como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI) a tasas menores. Esto también contribuye a respetar el principio financiero de diversificación, contando en cartera con no sólo dólares o euros sino que también contar con una moneda como la del gigante asiático (que es nuestro principal socio comercial a pesar de las distancias geográficas; recientemente habiendo superado a Brasil, mucho más cercano), nos permite satisfacer de manera directa los pagos y necesidades crecientes de financiamiento de importaciones. Por otro lado, los inversionistas, tanto chinos como de cualquier país, sin dudas exigirán condiciones y distintos requerimientos para iniciar o aumentar el financiamiento en un país. Aquí surge como obstáculo, que países de la región cuentan con una capacidad de ahorro muy baja (en relación con el PBI) y también debe sumarse el comportamiento relacionado a la voluntad de pago que cuenta que puede verse influenciado por el ciclo lógico de la democracia de gestión cada 4 o 6 años. Todo esto probablemente haga encarecer, disminuir o dificultar el acceso al crédito brindado por países como China, debido que también se compite contra otros países por los flujos financieros, y ellos muchas veces cuentan con un prospecto nacional más líquido, estable y con un crecimiento potencial mucho mayor.
Este problema puede salvarse o al menos sortearse parcialmente aumentando exportaciones, mejorando la productividad (a través de tecnología o conocimiento), depreciando el tipo de cambio real (devaluando la moneda), alcanzando mejores condiciones comerciales (por ejemplo, con acuerdos comerciales bilaterales o plurilaterales),a través de una política industrialización (que permita al país sustituir algunas importaciones, y sumar valor en las exportaciones) y finalmente aumentando (de forma permanente) los flujos de capital de largo plazo; es en este último punto donde China tiene mucho por ofrecer, siempre que las condiciones nacionales (financieras, políticas, jurídicas y culturales) sean las óptimas para fomentar este tipo de relación, con beneficios posibles para todas las partes. En un tiempo relativamente corto, el CDB y el Exim Bank, han logrado convertirse en influencias financieras relevantes en Latinoamérica a través de sus diversos programas y productos de financiamiento. Actualmente, el financiamiento que reciben los países latinoamericanos del CDB y el Exim Bank ha superado el apoyo financiero ofrecido por instituciones financieras internacionales y regionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Durante 2005-2008, el CDB otorgó más de $ 100 mil millones de dólares en préstamos a más de 200 proyectos de cooperación multilateral en 18 países diferentes de América Latina y es ahora el mayor banco financiado por China que invierte y financia a Latinoamérica. (3) Un caso destacable se puede encontrar en Argentina con el proyecto de reparación del ferrocarril de carga Belgrano. En julio de 2014, durante la visita de Xi Jin Ping (习近平) al país austral, el CDB aprovechó la oportunidad para firmar un contrato de préstamo con el Ministerio de Finanzas de Argentina. El valor total del contrato de este proyecto fue de $ 2,47 mil millones de dólares. El proyecto, supervisado por los contratistas, China Machinery Engineering Corporation (CMEC) se dividió en partes iguales en suministros e ingeniería civil. Cabe destacar que los suministros provistos incluyeron adquisición de materiales ferroviarios, vías férreas, materiales de vías, vehículos, maquinaria de construcción grande y accesorios para vehículos, traídos específicamente de China. La sección de obras civiles del proyecto incluye 1500km de renovación de vías férreas y
300km de mejora de vías. Actualmente es el mayor proyecto de reparación ferroviaria en construcción en Latinoamérica y el monto invertido equivale al costo de reparación del 10% del kilometraje total del ferrocarril argentino. (4) Puede que los beneficios potenciales excedan a las dificultades que pueden limitar el accionar financista chino en países latinoamericanos, y con un buen ejercicio diplomático y una supervisión y conducción financiera austera, eficiente y responsable, se podría sacar enorme provecho de las oportunidades que surgen y seguirán surgiendo de la continua y larga relación con la República Popular de China. China y la Organización Mundial de Comercio (OMC). Relaciones comerciales con Europa y conflicto con EEUU
China comenzó a abrir su economía a finales de los años setenta. A comienzos de los ochenta, tomó algunas medidas para poner fin a su aislamiento, asumiendo la incorporación de la Provincia China de Taiwán al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, de los cuales había sido uno de los miembros fundadores. Cuando China transformó su economía de planificación centralizada en una economía de mercado, abolió los planes y descentralizó el comercio exterior, redujo los aranceles, unificó el tipo de cambio doble en 1994 y suprimió el control de cambios sobre las transacciones de la balanza en cuenta corriente en 1996. Estas medidas, junto con otras reformas, motivaron la rápida expansión del comercio y la afluencia de inversiones. Las exportaciones crecieron de US$10.000 millones en 1978 a US$278.000 millones en el año 2000, constituyéndose así en la sexta nación del mundo más importante por su comercio (a finales de los años setenta ocupaba, aproximadamente, el trigésimo lugar). La razón entre el comercio exterior y el PIB aumentó desde el 10% al inicio de las reformas a cerca del 40% a finales de los años noventa. Los flujos de inversión extranjera directa ascendieron a US$47.000 millones en el año 2000, segunda cifra en magnitud, superada solamente por Estados Unidos. (5) El 11 de diciembre de 2001, tras 15 años de arduas negociaciones, China ingresó como miembro número 143 en la Organización Mundial de Comercio (OMC). La apertura de una economía tan grande como la de China puede crear distorsiones en algunos países en desarrollo en el corto plazo, pero desde una perspectiva más amplia, debería beneficiar no sólo a China sino también a sus socios comerciales. La relación de China con la OMC ha ido mejorando, mientras que las tensiones entre ésta y los EEUU han ido en aumento, principalmente luego del “shift” de enfoque estadounidense con respecto a las relaciones internacionales iniciado por las políticas de Donald Trump durante su presidencia, en la que propone retomar el protagonismo global del país norteamericano (recordando el slogan “Make America Great Again”) a través de políticas unilaterales que restringieron el comercio con otros países, y pusieron a “America First”, pero que quizá tuvieron efectos contrarios a los esperados por la administración de ese entonces. Esto se vio acentuado con la comunicación y postura de EE.UU. respecto a la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la cual Trump la ha descalificado y criticado por tener una postura sesgada en favor de China. Varias propuestas de reforma fueron realizadas por EE.UU. a la OMC, pero los avances han sido lentos o sin mucho éxito. Es por ello que en 2017 EE.UU. comenzó a bloquear cualquier proceso para nombrar nuevos miembros al Órgano de Apelación. El principal impulsor de esta drástica acción ha sido la frustración estadounidense ante la percepción de extralimitación judicial. Ya hace tiempo, los legisladores estadounidenses, comenzando con la administración de George W. Bush, los cuales han expresado repetidamente su descontento con las decisiones del Órgano de Apelación, alegando que ciertas decisiones han ido más allá del texto de los acuerdos existentes de la OMC. Una de las propuestas es la de un plan para la creación de criterios específicos para que los países califiquen como "en desarrollo" evitando así la autoproclamación de dicha categoría por parte de otros países que quizá no cumplan los requisitos para pertenecer a ella (para EEUU, principalmente China), y así seguir recibiendo un trato especial y diferenciado, sugiriendo que países que son lo suficientemente grandes o ricos para estar en Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o el G20 no pueden reclamar privilegios especiales como países en desarrollo mientras el resto del mundo obtiene un sistema de solución de controversias vinculante que funciona, pero mejorado, que deja en su lugar privilegios para aquellos países que realmente lo necesitan. (6)
Por su parte y teniendo en cuenta esta situación, la Unión Europea ha intentado nivelar el campo de juego, a la vez que intenta establecer y exigir el cumplimiento oportuno de los requisitos para notificar a la OMC los cambios en los regímenes de comercio y sobre todo en los niveles de subvenciones estatales otorgado a empresas nacionales por parte de cada país, lo que se alinea con la nueva estrategia comercial europea, propuesta en un documento elaborado por la Comisión Europea el 18 de febrero de este año. El anuncio fue amplio y cubrió desde el comercio digital hasta la sostenibilidad. Sin embargo, para aquellos preocupados por la salud del régimen comercial existente, los comentarios más importantes de la Comisión fueron las perspectivas de reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC). (7) (8) Al hablar sobre la nueva estrategia, el vicepresidente ejecutivo y responsable de Comercio en la Comisión, Valdis Dombrovskis, dijo: “Los desafíos que enfrentamos requieren una nueva estrategia para la política comercial de la UE. Necesitamos un comercio abierto y basado en reglas para ayudar a restaurar el crecimiento y la creación de empleo después de COVID-19. Asimismo, la política comercial debe apoyar plenamente las transformaciones ecológicas y digitales de nuestra economía y liderar los esfuerzos mundiales para reformar la OMC. También debería darnos las herramientas para defendernos cuando nos enfrentamos a prácticas comerciales desleales. |
Estamos siguiendo un camino abierto, estratégico y asertivo, que enfatiza la capacidad de la UE para tomar sus propias decisiones y dar forma al mundo que la rodea a través del liderazgo y el compromiso, reflejando nuestros intereses y valores estratégicos”. Hasta que la Unión Europea anunció su nueva estrategia comercial, algunos funcionarios estadounidenses vieron a la Unión Europea como parte del problema, acusándola de aplaudir lo que vieron como fallas en el Órgano de Apelación. La UE se había mostrado reacia a respaldar las críticas de Estados Unidos y expresó su frustración con el enfoque contundente adoptado por la administración Trump. Sin embargo, la estrategia comercial recién publicada sugiere un nuevo camino a seguir. El documento incluye un anexo que reafirma el interés de la Unión Europea en reformar la OMC y reconoce explícitamente que "Estados Unidos ha planteado una serie de preocupaciones válidas" sobre el papel desempeñado por el Órgano de Apelación. El anexo continúa señalando cuestiones específicas sobre las que Estados Unidos se ha quejado, incluida la necesidad de una "economía judicial", de nuevas reglas para restringir las empresas estatales y de que el Órgano de Apelación se adhiera a plazos más estrictos.
Luego sugiere que, en el período previo a la XII Conferencia Ministerial de la OMC, Estados Unidos y la UE “podrían intensificar su compromiso en todos los aspectos de la reforma de la OMC para buscar un máximo de convergencia en sus respectivas posiciones, incluidas posibles propuestas conjuntas" (9) China ha recorrido un largo camino en la apertura de su economía, pero algunos de los ajustes más difíciles aún están pendientes, especialmente en los sectores muy protegidos, en los que tienden a concentrarse las empresas estatales, y en el sector de los servicios. Deberá ahora avanzar en materia de fortalecimiento institucional. ¿Incluirá esto el desmantelamiento de las instituciones de planificación centralizada que aún subsisten y aplicando normas uniformes para todo el país reforzando las redes de protección social y reducir las disparidades económicas y sociales? Lo cual requerirá un volumen considerable de recursos presupuestarios. En los próximos años, la creciente apertura de la economía china encierra muchas promesas no solo para los países industriales sino también para el mundo en desarrollo. En primer lugar, el fortalecimiento de los lazos comerciales y la inversión brindarán a los países de la región un entorno externo más estable, en la medida en que sus ciclos económicos no deberán estar sincronizados con los de Japón, Estados Unidos y Canadá o Europa. En segundo lugar, China podrá ejercer una mayor influencia sobre el sistema comercial multilateral. En tercer lugar, su acceso a la OMC dará un impulso a la reforma económica y estructural en la región. Supachai Panitchpakdi, Director General Designado de la OMC, ha descrito la incorporación de China a la OMC como “una llamada de atención” que debería impulsar a otros países a acelerar sus reformas. Y, si otros países asiáticos perseveran en el proceso, no tardando mucho tiempo, China se sentirá presionada para hacer lo propio. Esta competencia en el ámbito de las reformas solo puede mejorar el desempeño económico en el futuro, tanto de China como del resto de los países en desarrollo de Asia. (5) La Unión Europea está preparada para avanzar hacia los Estados Unidos en el tema de la reforma del Órgano de Apelación. Queda por ver si tal movimiento será lo suficientemente lejos para Washington. Puede depender del grado en que la administración Biden vincule la reforma de solución de controversias con otros cambios en la OMC que también han frustrado a Estados Unidos, como la aplicación del "estatus de país en desarrollo" y la falta de cumplimiento de los estados miembros con las normas de la OMC. Así como requisitos de transparencia y notificación. Sin embargo, el informe de la Comisión deja en claro que restaurar la solución de diferencias es "la reforma más urgente de la OMC", y subraya que "no debería estar vinculada a los otros aspectos de la reforma de la OMC". La reforma de la OMC es también solo un elemento de una relación transatlántica cada vez más complicada que el equipo de Biden tendrá que navegar. Los aranceles al acero y al aluminio impuestos por la administración Trump han irritado a nuestros aliados europeos, mientras que Francia ha impuesto un impuesto a los servicios digitales que ha provocado la ira de Silicon Valley. De cara al futuro, el interés de la UE en implementar un mecanismo de ajuste en la frontera del carbono puede crear una fricción adicional con Estados Unidos, particularmente si el estancamiento político interno de Estados Unidos continúa impidiendo una acción estadounidense significativa sobre el cambio climático. A menos que se gestionen con cuidado, estas cuestiones podrían socavar cualquier cooperación transatlántica sobre la reforma de la OMC. Por otro lado, la reciente decisión de ambas partes de suspender temporalmente las tarifas de represalia impuestas como parte de la disputa de subsidios Boeing-Airbus de larga duración es una señal positiva de que la UE y la administración Biden pueden trabajar juntas para resolver problemas que antes eran insolubles. A pesar de los inevitables puntos de fricción, Estados Unidos debería reconocer e intentar aprovechar la oportunidad que ofrece la UE. La OMC, a pesar de sus problemas, sigue siendo el mejor lugar para resolver los problemas relacionados con el comercio mundial. Estados Unidos necesita mantener un sistema vinculante de resolución de disputas de la OMC en su caja de herramientas de política económica exterior, particularmente mientras trabaja para controlar los abusos sistémicos de China. Comprometerse de buena fe con la UE en la cuestión de la reforma del Órgano de Apelación también ofrecería a Washington un trampolín para abordar los otros problemas económicos mundiales críticos. Si bien no hay garantía de éxito, reconstruir la solidez del sistema de comercio basado en normas será esencial a medida que la economía mundial continúe evolucionando y el clima continúe cambiando. (10) cambiando. (10) De acuerdo a Jennifer A. Hillman, Senior Fellow del Council on Foreign Relations, enfrentar con éxito a una China en ascenso con su economía estatal también requiere un funcionamiento pleno de la OMC. La mejor manera de lograrlo es comenzar por arreglar el sistema de solución de controversias que sustenta el sistema de comercio basado en reglas. Hacerlo requerirá un liderazgo estadounidense que vaya más allá simplemente derribando al Órgano de Apelación. Ahora es el momento de reconstruirlo. (11)
El sistema financiero chino El sistema financiero de China estuvo totalmente controlado por el sector bancario durante el período de economía planificada, y todavía está dominada por la banca en la actualidad. El impacto de La banca comercial de China también se muestra en el panorama financiero mundial. Más específicamente, la industria bancaria global se ha vuelto más fragmentada geográficamente desde 1993 y las sedes de los 50 bancos más grandes del mundo ya no están concentrado en Japón, Estados Unidos y Europa Occidental en lugar de China. (12) El período de desarrollo real en la industria financiera y la legislación financiera es de solo unos treinta años desde 1978. Antes de eso, los bancos ni siquiera eran una entidad generadora de ganancias, sino que estaban controlados y eran propiedad del gobierno, y la industria de valores y seguros apenas existía. Período anterior a 1978. Antes de 1978, los bancos en China se parecían más a oficinas gubernamentales que a entidades financieras reales. Hasta la liberación del mercado en 1978, sus principales responsabilidades eran la asignación de capital bajo el esquema de economía planificada y la implementación de la política monetaria. (13) El número de sedes centrales en China Continental creció de dos a nueve durante el período de 1993– 2013. Los activos bancarios de China continental en 1993 solo representaban el 1% del activos bancarios - en contraste con el 10,9% en 2013. Ambos indicadores alcanzaron la cumbre de la clasificación mundial en 2013. Mientras tanto, después de la adhesión de China a la OMC, una serie de avances en la reforma financiera y la apertura en China continental han esencialmente afectado y reformulado la distribución espacial de los intermediarios financieros, como el sector de la banca comercial, que requiere una reconfiguración de las geografías a nivel estado-nación. Los sistemas bancarios en China continental han atravesado procesos históricos de reestructuración, centralización y concentración, que implican reducciones en el número de bancos y un cambio hacia un modelo bancario más basado en sucursales. Este proceso sucedió en China ya en la década de 1990, y es un desarrollo aún en curso. El año 2006 fue un año crucial para la apertura total de la industria bancaria, según el compromiso de China con la OMC adhesión. Además, la Comisión Reguladora Bancaria de China (CBRC) ha publicó oficialmente los informes anuales desde el año 2006. (12)
Cuando China se convirtió en el mayor exportador del mundo en 2009, la segunda economía más grande dos años más tarde y la principal nación comercial en 2013, dotada de vastas reservas de divisas, la comunidad global observó ansiosamente para descubrir con precisión qué papel pretendía desempeñar Beijing en las finanzas internacionales y la política mundial. A medida que su economía crecía, el término "arte económico de gobernar" (economic statecraft”) surgió en el discurso entre los funcionarios y académicos chinos, revelando una creciente conciencia entre las élites chinas del potencial de utilizar medios económicos para lograr fines políticos y estratégicos(14). El arte económico de gobernar es el uso de herramientas y relaciones económicas para lograr los objetivos de política exterior, al influir en el comportamiento de otro Estado(15). La característica clave del arte de gobernar en la economía es su énfasis en la política: los formuladores de políticas despliegan deliberadamente recursos económicos para perseguir intereses estratégicos y de seguridad(16). Esto contrasta con la diplomacia económica, cuyo objetivo principal es promover los intereses económicos de una nación(17). Para que un gobierno ejerza el poder y busque un estatus más alto a través de medios económicos, sus responsables políticos deben influir en el comportamiento de los actores comerciales que representan la mayor parte de la actividad económica internacional(18). Bajo el liderazgo de Xi, en 2013, Beijing lanzó su gran estrategia con una campaña nacional denominada "Sueño chino", posteriormente rebautizado como "Sueño chino de rejuvenecimiento nacional" durante el XIX Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) de 2017, cuando el BRI y " El pensamiento de Xi Jinping ”también estaba escrito en la Constitución del PCCh. Si bien el BRI es el componente clave del gran diseño diplomático de Xi, el AIIB se ha convertido en una de las herramientas cruciales para implementar este plan. Hablando en Beijing en julio de 2020, en la Ceremonia de Inauguración del Centro de Estudios del Pensamiento de la Diplomacia de Xi Jinping, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, aclamó a Xi como "un gran pensador estratégico", que había "realizado una evaluación integral de la trayectoria de la situación internacional". y la coyuntura histórica en la que se encuentra China, y plantean una serie de nuevas ideas, nuevas propuestas y nuevas iniciativas con rasgos distintivos chinos, que reflejan el llamado de nuestro tiempo y lideran la tendencia del progreso humano ”(19). Conclusión
Las finanzas globales, el comercio internacional y las mejoras tecnológicas han estado siempre en un lugar transversal del proceso de globalización, desde el mundo pre-globalizado (hasta el siglo XVIII), hasta la actualidad (globalización 4.0). Las crisis han marcado así avances (acelerando) y retrocesos (estancando) en el proceso de globalización. Por ejemplo, la crisis subprime del 2008 generó una crisis de confianza internacional en el sistema financiero clásico, haciendo entender al mundo que no hay paraísos sin riesgos, ni siquiera en un mercado tan sólido como el inmobiliario estadounidense. Por otro lado, la crisis generada por la pandemia del covid-19 ha cerrado fronteras al comercio y viajes internacionales, desacelerando el crecimiento del PBI global y la integración de ciertos acuerdos y relaciones internacionales. Sin embargo, también ha servido para fomentar otras prácticas, como el trabajo a distancia, lo cual rompe con el paradigma clásico de trabajo en oficinas y lugares físicos principalmente para la prestación de servicios. Asimismo, los trabajos manuales relacionados a industrias manufactureras, se han visto reemplazados cada vez más por la robótica y la Inteligencia Artificial (que también influye en la prestación de servicios, especialmente con el Big Data) ya que las máquinas no se enferman y suelen cometer menos errores. En ambas crisis mencionadas, vemos resurgir nuevamente a China como potencia alternativa a las clásicas occidentales. En 2008, con las primeras consideraciones del yuan como reserva de Bancos Centrales (cada vez mayor y en ascenso hasta hoy en día) o con la oferta de crédito productivo y de desarrollo: a través del Banco de Desarrollo de China y el Exim Bank, por ejemplo, han logrado convertirse en influencias financieras relevantes en Latinoamérica, a través de sus diversos programas y productos de financiamiento, con objetivos muy similares al Banco Interamericano de Desarrollo; o a nivel global mediante el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, que rápidamente ha ganado posiciones en diversos países desde su creación, con objetivos muy similares al Banco Mundial. (20,21 y 22) En la actual reconfiguración de comercio afectada por el covid-19, donde la posición del país como la “fábricamundial” se ha fortalecido a pesar de un aumento estructural en los costos de producción y eventos recientes como la guerra comercial entre Estados Unidos y la pandemia. .Los sucesivos aumentos de los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos tuvieron el efecto previsto. Las exportaciones de China con destino a EE. UU. cayeron un 17% desde 2017 hasta fines de 2019, lo que resultó en una fuerte caída de la participación China en el mercado de consumidores más grande del mundo. Pero en el escenario mundial, la participación de China creció alrededor del 0,5%, más del doble que el siguiente país con mayor crecimiento, Vietnam, que experimentó un crecimiento de alrededor del 0,2% durante el mismo período, según datos de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo. También resulta oportuno mencionar el enorme avance de China en la (ganada) lucha contra la pobreza extrema, ahora continuando con el plan de prosperidad común, para lograr una clase media acomodada y con un ingreso per cápita similares a países desarrollados; así como el avance del soft power chino a través de sus productos y contenidos a nivel global. (23 y 24) Finalmente, el plan de “relanzamiento” de la Nueva Ruta de la Seda, a través de la Belt and Road Initiative , configurará un profundo cambio en Asia, África y Europa (y también en Latinoamérica, en menor medida) que podría llevar a una nueva etapa de globalización, acompañada de los avances tecnológicos y el desarrollo económico de todos los países, pero quizá esta vez con China en el lugar central (volviendo a ser el Reino del Medio, como sugiere el nombre del país en su propio idioma) del escenario financiero global. |
Fuentes:
1.https://www.barrons.com/articles/chinas-new-stock-exchange-is-off-to-a-strong-start-51637681539
2.https://thediplomat.com/2021/05/why-china-is-not-on-track-for-financial-superpower-status/
3.China’s Financing in Latin America and The Caribbean. Dussel Peters, E. Jiménez Barba, S. y Levine E. (2019)
4.China Machinery Engineering Corporation (中国机械设备工程股份有限公司, CMEC). 2016. Argentina Belgrano Freight Railway Reconstruction Project (阿根廷贝尔格拉诺货运铁路改造项目). 5.https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2002/09/pdf/adhikari.pdf
6. https://www.cfr.org/blog/europe-and-prospects-wto-reform 7.https://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2021/february/tradoc_159433.pdf 8.https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/ip_21_644 9.https://www.reuters.com/article/us-trade-wto-usa-idUSKBN29Y22R 10.https://www.wto.org/spanish/news_s/news20_s/ddgaw_24nov20_s.htm 11.https://www.cfr.org/sites/default/files/pdf/j.-hillman_sfc-testimony_july-2020.pdf
12.Financial centre development in Mainland China: a financial geography perspective. Xiaoyang Wang. School of Geography and the Environment and St. Antony’s College, University of Oxford. (2017)
13.Financial holding company system and relevant legislation. Ye Wang. LLB, Renmin University, the People’s Republic of China, 2000.
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